La Medicina China es una de las más antiguas medicinas. Me atrevería a decir que su filosofía y criterio son los pilares de una vida saludable no solo a nivel físico sino también emocional. Su principal aval en los aciertos, está en el hecho de que sus habitantes han sido desde siempre considerados unos de los más longevos y sabios.

Su poesía encierra no solo los cuentos chinos que traen aparejados siempre una enseñanza, sino también el arte de la buena salud y en referencias cita: «La sabiduría del hombre consiste en conservar la salud, procurarla una vez enfermos es tan necio como hacer una huerta para alimentarse cuando se está desfalleciendo del hambre». En esta sencilla cita deja en claro la importancia que tiene el conservar la salud. A menudo el paciente pregunta ¿pero cómo se hace para no enfermar? ¿Tengo que venir siempre? Esto demuestra la falta de información que tenemos con respecto a este sencillo arte de conservar el tesoro con el que llegamos a la vida: LA SALUD. Otro refrán popular asevera: «Somos lo que comemos».

Invadidos de tanta publicidad, actualmente, cuesta reconocer lo que es un buen alimento y que es «chatarra». Para poder diferenciar unos de los otros tenemos que utilizar ese magnífico poder de observación y discernimiento, por ejemplo el comportamiento de un alimento cuando este ingresa en nuestra boca, este nos dará una pauta de como se comportará en el resto del organismo: si cuando lo masticamos se convierte en algo pegajoso y necesitamos la ingesta de líquidos urgentemente para poder deglutir… ¿Qué nos hace pensar que cambiará su comportamiento en el resto del tracto digestivo?

Escuchaba la vez pasada que decía un nutricionista «Podemos influenciar en la alimentación, no en la nutrición». Mas en lo personal trato de crear consciencia, pues creo que de eso se trata. Cuando elegimos un alimento tenemos que tener en claro qué vitaminas tiene, qué proteínas tiene y evitar el exceso de energía en los alimentos (glúcidos, carbohidratos, hidratos de carbono o sacáridos). Cuando elegimos un alimento entonces debemos observar estos 3 componentes en el informe nutricional y además su comportamiento al ingresar en nuestra boca, pues si cumple teóricamente con esos requisitos pero no se disuelve en nuestra boca y deja residuos, todos los nutrientes quedarán «estancados» junto con el alimento.

También tenemos que saber el nivel de contaminación que tiene el alimento que estamos por ingerir. Es más que suficiente la radiación a la que estamos expuestos, más el smog, pesticidas, desinfectantes y todos los químicos que desde el agua en que nos bañamos exponemos a nuestro organismo, así es que a prestar atención a este importantísimo detalle.

Los alimentos que cumplen estos requisitos para sostener la salud son las algas

Las bien llamadas verduras de mar, constituyen un alimento sano y completo, ideal para esta época: revitalizan y no permiten que se produzca un envejecimiento precoz en el organismo evitando el deterioro normal por el paso del tiempo. Es muy difícil llegar a separar el valor nutricional del terapéutico en las algas y esto las convierte en las estrellas de la nutracéutica.
Las algas de mar, que además de exquisitas y muy nutritivas, previenen, con lo cual es fundamental incorporarlas.

Alga Kombu

En su informe nutricional, la laminaria japónica, conocida como Kombu, encontramos que contiene: alginatos que ayudan a reparar heridas internas tales como úlceras y remover partículas radiactivas; fucoidanos (antiinflamatorios y antiproliferativos naturales) ácido glutamínico (responsable de resaltar el buen sabor de los alimentos y mejorar la memoria), ácido fólico (junto a otros forma glóbulos rojos, evitando la anemia) y una gran variedad de vitaminas que en su conjunto podemos destacar que son responsables directas de: evitar el envejecimiento celular; eliminar radicales libres; absorber el calcio y fijarlo en los huesos, uñas y dientes; elevar las defensas corporales; evitar hemorragias; reparar el organismo cuando este a sufrido un accidente o es sometido a una operación; regular el estado de ánimo; mantener una buena circulación sanguínea; proteger al organismo cuando este está expuesto a situación de estrés; mejorar la capacidad de regeneración del tejido nervioso; mantener un sano equilibrio del colesterol; regular la transpiración y optimizar el crecimiento del cabello.
Además de poseer minerales como: hierro, calcio, magnesio, potasio, yodo y azufre, son responsables de la relajación y fuerza muscular, formación de huesos, funcionamiento glandular y la renovación y desintegración de los elementos desechados por el organismo.

Para incorporarla a nuestra dieta, aquí un par de consejos y una receta:

La siguiente receta es ideal para personas estresadas, que sufren de retención de líquidos infecciones urinarias a repetición, desgano, anemia, y mujeres que están amamantando y notan que la leche no es suficiente. Para quienes sufren trastornos en la piel o tienen la piel muy seca. También es muy recomendada para quienes están haciendo tratamientos expuestos a radiaciones o quienes trabajan expuestos a ellos. En unas semanas podrán notar en la piel el cambio que se produce al incorporar el alga Kombu.

Aduki con Kombu
1 taza de porotos Aduki, 2 tiras de Kombu. Agua sin cloro cantidad necesaria. Salsa de soja.
Sal de las salinas. Lavar con abundante agua la Kombu, enjuagar los porotos Aduki.
Poner a remojar los porotos en recipiente de vidrio por lo menos 5 h. (preferentemente de la noche a la mañana o durante la mañana)
Cocinar en recipiente de vidrio, barro, teflón o enlozado, pero nunca de aluminio ni acero inoxidable, a los porotos durante 1:30 horas, luego incorporar la Kombu hasta que los porotos se terminen de cocinar.
Cortar en cuadraditos pequeños la Kombu, unir con los Aduki.
Condimentar con salsa de soja. Si es necesario agregarle sal que sea de las salinas.
Es importante destacar que la el remojo de cualquier legumbre con el alga Kombu, hace mas digerible a los mismos y evita el exceso de flatulencias.
Para complementar esta dieta, si es para un tratamiento, reservar el agua de cocción y beberla como infusión (un litro en el día).

Sobre la autora
Ana María Betés
Terapeuta Holística y Practicante de Medicina China
terapeutas.alternativos@gmail.com
Para más información:
www.algastierradelfuego.com.ar

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