Madre con hijo en brazos a punto de amamantar

La leche materna es el mejor alimento para el niño y no tiene sustituto:

-Previene enfermedades.
-Establece un vínculo entre la madre y el niño.
-Favorece el crecimiento y desarrollo.
-Es inocua en cualquier circunstancia
-Brinda lo que el niño necesita.
-Salva vidas de madres y niños.

Pediatras y psicólogos, coinciden en las ventajas físicas y emotivas que la leche materna le brinda al bebé. Siendo algo natural, hay muchas dudas, mitos y miedos que existen sobre la lactancia: ¿Todas las mamás tienen leche? ¿Todas las leches sirven? ¿Se arruinan los pechos? ¿Qué sucede con los bebés adoptados ó prematuros?

La madre que desee tener un hijo, tanto biológico como adoptado, necesita informarse al respecto. La preparación de la madre adoptiva es psicológica. Si su pensamiento es: “¡Yo voy a realizar mi deseo y voy a amamantar a mi hijito, quiero hacerlo!” .Esto obra maravillas en nosotras. La mamá biológica se prepara durante 9 meses, su cuerpo todo se transforma para el momento del alumbramiento. La mamá adoptiva se prepara mentalmente y cuando llega su bebé, lo coloca al pecho y la estimulación de las mamás hace que reaccionen las hormonas para la bajada de la leche, es un hecho biológico y todas las mujeres pueden hacer la experiencia.

Yo había leído en una publicación que una madre adoptiva podía amamantar, entonces empecé a informarme. Me dirigí a La Liga de La Leche, la directora de la misma me preguntó si yo contaba con tiempo suficiente para realizar la tarea. Y que además iba a necesitar mucha ayuda, es un trabajo de equipo, me dijo: “…la mamá necesita la contención de la familia y toda la ayuda que esté disponible en esos momentos”. Y así fue, mi esposo y mi hijo que en ese momento tenía 13 años, me ayudaron muchísimo.

Me quede en La Liga ayudando a otras madres a realizar sus sueños, en una oportunidad, una de ellas, me llamo y me dijo “…no me baja la leche, ¿Qué hago?” Yo le pregunté cómo se sentía ella y el bebé, “bien…” contestó. “Bueno…” le dije “…lo más importante no es el alimento, sino el vínculo que se establece entre ellos. La madre mira directamente a los ojos del bebé con amor y dedicación y el niño aprende sus gestos y le devuelve el mismo amor incondicional, que ambos sienten.”

Después de esa experiencia tan gratificante, me siento muy feliz, pensando que he cumplido con lo que se pide a una persona de bien. Tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol.

Sobre la autora
Aurora Muñoz
Experta en Lactancia Materna
-Maestra de Reiki
-Terapia hídrica vibracional.
-Autora de “Los hijos del Amor” – Editorial Corregidor
soyauroranm@hotmail.com

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