En los pies se encuentran los sistemas mecánicos más complejos del cuerpo. Por eso, el criterio principal a la hora de adquirir un zapato es la ergonomía y la comodidad. Una buena zapatilla tiene que ser flexible, transpirable y adaptarse a la forma del pie, sin apretar ni rozar.

Antes de comprar unas zapatillas, pensemos si realmente las necesitamos, si no existe una alternativa de elaboración más simple o si es posible arreglar nuestro viejo calzado. Las zapatillas elaboradas con caucho natural, fibras vegetales y colas de base acuosa son óptimas. Para que duren más, hay que dejar que se sequen bien después de usarlas. Si están confeccionadas con materiales no transpirables se desaconseja llevarlas dos días seguidos.

Fuente:
www.larevistaintegral.com

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