Los chequeos cardiovasculares, como medidas primarias, permiten conocer si existen enfermedades que presenten riesgo de padecer muerte súbita en la práctica deportiva.
Es fundamental realizar una consulta con el médico cardiólogo donde se interrogue al paciente sobre antecedentes familiares y personales, se efectúe un examen físico y se tome la presión arterial; realizar un electrocardiograma; y, siempre que el cardiólogo lo indique, prescribir un ecocardiograma doppler.
Para los mayores de 35 años se debería incluir, además, la realización de un examen de laboratorio para detectar la existencia de factores de riesgo que desarrollen la enfermedad cardiovascular; y una prueba de ejercicio, o ergometría de 12 derivaciones.
Si todos estos estudios dan como resultado valores normales, entonces recién ahí puede emitirse el apto médico para la realización de deportes.
Asimismo, no debemos olvidar la importancia que revisten las medidas de prevención secundaria, entre las que se encuentran el entrenamiento en maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y el uso de cardiodesfibriladores, fundamentales para que cualquier víctima pueda ser desfibrilada dentro de los primeros 3 minutos de ocurrido el evento. Insistimos en la importancia de efectuar controles médicos, que incluyan una consulta al médico cardiólogo y un electrocardiograma, a la hora de practicar cualquier deporte, presenten o no antecedentes coronarios o cardiovasculares.
Sobre el autor
Dr. Roberto Peidro
Vicepresidente 2do. de la Fundación Cardiológica Argentina
www.fundacioncardiologica.org
