Siguiendo la línea de la estimulación temprana, el masaje infantil aporta numerosos beneficios, entre los que destacan los siguientes:

Ayuda a regular y reforzar las funciones respiratorias, aumentando el peso en los bebés (muy indicado, para los niños prematuros), activa la circulación y mejora el tono muscular. A través de la estimulación gastrointestinal mejora las incomodidades producidas por cólicos, gases y estreñimiento. Estimula el sistema diurético del niño. Estimula el sistema inmunológico, si el niño se siente querido y respetado suben las defensas y propicia un mejor desarrollo del sistema nervioso central impulsando el desarrollo de las conexiones neuronales. Regula la musculatura, las distensiones y las tensiones del cuerpo, ayuda al niño a relajarse y lo alivia del estrés que produce encontrarse diariamente con cosas nuevas. Mediante técnicas especificas, se ayuda a los bebés a descubrir las tensiones que se producen en su cuerpo y a relajarse en respuesta al placer de las caricias, brindando un bienestar y equilibrio al bebe, bajando los niveles de ansiedad. Mejora el sistema corporal, la conciencia de sus límites, de su energía y la imagen corporal de si mismo .El masaje calma a los bebés cuando están incómodos o molestos. Intensifica la comunicación afectiva entre el bebé y las personas de su entorno, ampliando el vinculo afectivo padres-bebes, facilitan la comunicación no verbal, la escucha mutua e incrementa los lazos padres-hijos. El masaje mejora los patrones de sueño, ayudando a algunos bebés a dormir más profundamente y durante más tiempo. Además, los masajes estimulan la formación del calcio.

Beneficios del masaje infantil para los padres

Intensifica la comunicación afectiva entre los padres y el bebe .Ampliando el vínculo afectivo padres-bebes. Si no existe lo crea. Favorece el instinto materno y paterno. Favorece el respeto mutuo, de los padres a los niños y de los niños a los padres. Favorece la conexión y la complicidad entre los padres y el niño Facilitan la comunicación no verbal .Facilita la escucha mutua. Enseña a los padres a tolerar las expresiones emocionales del hijo. Facilita la seguridad de los padres como padres. La integración conseguida con el hijo, incrementa la confianza de los padres. Mejora los patrones del sueño del bebe, ayudando a los padres a dormir más tranquilos y durante más tiempo. Ayuda a las madres con la depresión postparto .El padre encuentra un rol favorecido .Ayuda a evolucionar el amor y el cariño entre la familia porque se trabaja de corazón a corazón.

Sobre la autora
Verónica Curarello
Licenciada en Masoterapia
veronicacurarello@yahoo.com.ar

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