El sol representa un elemento imprescindible para la salud y el normal desempeño de nuestro organismo. Por ejemplo, la fijación del calcio y otros minerales en el sistema óseo se desarrolla mediante la estimulación de la síntesis de la vitamina D por acción del sol.

No obstante, en pocas ocasiones somos conscientes del daño potencial que pueden ejercer los rayos solares (específicamente los rayos ultravioletas) sobre nuestra piel, aún cuando los efectos no son visibles a corto plazo, sino que el daño se va acumulando al transcurrir el paso del tiempo. Si bien existen una amplia variedad de lociones y cremas que permiten el resguardo de gran parte de las radiaciones solares nocivas, puede recurrirse a elementos adicionales que posibilitarán lograr un completo resguardo de la piel de la agresión constante por la exposición al sol. En este aspecto el empleo de compuestos naturales con acción específica desde el interior del organismo, constituye una solución posible. La ingesta de sustancias antioxidantes presentes en alimentos y plantas medicinales han demostrado gran eficacia contra el envejecimiento cutáneo y los daños producidos por el sol. Gran cantidad de estudios demuestran una estrecha relación entre el consumo y suplementación en la dieta de beta-caroteno, aceite poliinsaturados como el de prímula o borraja y vitamina E (entre otros), y el retraso del envejecimiento cutáneo y la efectiva protección la piel de los peligrosos rayos ultravioletas.

Aceites insaturados

Los ácidos grasos insaturados constituyen una estrategia importante para prevenir la aparición de los procesos inflamatorios o alteraciones de la piel, ya que mantiene la elasticidad de la epidermis y actúan de forma preventiva contra el envejecimiento de la piel y la formación de arrugas. El aceite de prímula (Primavera o Primrose), extraído por presión en frío de la semillas de Primula officinalis, posee un contenido de gamma-linolénico (18: 3W-6) mayor al 8 %, y aporta adicionalmente considerables cantidades de Ácido alpha-linolénico (18: 3W-3). No obstante, este aceite incorpora además otros compuestos antioxidantes (flavonoides).

El aceite de borage o borraja, se obtiene por presión en frío de la semillas de Borago officinalis y su composición química contiene gran cantidad de aceites esenciales insaturados como el ácido linoleico (18: 2W -6) con un aporte de 30-40% y el ácido gamma-linolénico (18: 3W -6) del 18-25%.

Beta-caroteno

El beta-caroteno, también denominado pro-vitamina A, es un pigmento vegetal esencial para el organismo, debido a que es precursor de la vitamina A. Su ingesta favorece naturalmente la aparición del bronceado, al mismo tiempo que protege la piel por sus características antioxidantes. La actividad antioxidante consiste en inhibir los radicales libres y especies reactivas de oxígeno que resultan de procesos oxidativos como consecuencia de la exposición a las radiaciones UV (en especial las UVA y UVB). De esta forma se convierte en una poderosa herramienta efectiva frente al envejecimiento cutáneo y la degeneración producida por la exposición a las radiaciones solares, que pueden generar patologías como el cáncer de piel (melanoma), lunares y manchas.

Otras propiedades atribuidas al beta-caroteno son la de mejorar la tersura, brillo y color de piel, aumentar la inmunidad cutánea, contribuyendo a reducir los enrojecimientos o eritemas solares, especialmente en personas de piel clara.

En la naturaleza existen numerosas fuentes de este pigmento, tales como frutas y hortalizas (la zanahoria, la más conocida). No obstante, las microalgas azul-verdes Spirulina poseen una concentración de más de 40 veces beta-caroteno que la zanahoria. Un factor distintivo entre los distintos productos que contienen Spirulina que puede ofrecer el mercado, es tipo de secado que propio de la microalga. Si el secado no es realizado en condiciones controladas y en atmósferas no oxidantes, la Spirulina en polvo generada tendrá muy baja concentración de beta-caroteno, constituyendo este pigmento un standard de calidad internacional para este producto dada su importancia activa.

Si su origen es natural, el beta-caroteno posee una estructura molecular predominantemente establecida (cis), que difiere ligeramente de la forma que caracteriza a los beta-carotenos sintéticos (trans). Esta diferencia hace que la bioactividad de este último (trans) sea alrededor de diez veces inferior.

Paralelamente, se ha determinado que los beta-carotenos sintéticos presentes en la mayoría de los suplementos y medicamentos (all trans) actúan en realidad como “pro-oxidantes”, es decir, que dañan las células y pueden conducir al cáncer. Otras investigaciones sugieren que el mecanismo de pro-oxidación se genera en base a la mayor eficiencia de conversión del beta-caroteno sintético (solamente trans) en vitamina A, cuya acumulación y actividad intrínseca exacerba el factor cancerígeno.

La suplementación de beta-caroteno, además de su acción fotoprotectora, proporciona una coloración similar al bronceado en las capas superiores de la piel, sin necesidad de exponerse al sol desmedidamente. Además esta sustancia es soluble en agua y su exceso se elimina del cuerpo vía orina o por el sudor a través de los poros.

La exposición prolongada al sol sin una suplementación adecuada puede ocasionar una disminución importante en los niveles de este compuesto en la sangre y en la piel. Su deficiencia se manifiesta vulgarmente con sequedad de piel, irritaciones, quemaduras solares precoces y por sobre todas las cosas mayor riesgo de cáncer cutáneo y trastornos en la visión.

Las estrías y el sol

Con respecto a las estrías, un trastorno que afecta mayoritariamente a las mujeres, es un grave error pensar que al exponerlas al sol el bronceado actuará como un disfraz y las atenuará. Este peligroso mito puede empeorar su estado, ya que las estrías no se broncean y quedan aún más evidentes. Lo más conveniente en estos casos es usar una efectiva pantalla solar en las zonas afectadas por las estrías, y evitar la exposición desmedida al sol. El sol es un poderoso aliado para el cuerpo, pero la exposición descontrolada solo ocasionará perjuicios para la salud.

Sobre el autor
Lic. Eric G. Strembel
Licenciado en Química. Especialista en Plantas Medicinales. Departamento Científico Hydro-Grow® Laboratorios

Para mayor información ingrese a:
http://spiruline.com.ar/publicaciones
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