Los factores desencadenantes pueden ser de origen físico (malnutrición, cirugía, exposición química a tóxicos, ruido, falta de horas de sueño) o psíquico (presión laboral, conflictos familiares, problemas económicos).
Hoy en día se juntan con frecuencia varios factores, aunque los psíquicos están causando auténticos estragos en la salud de muchas personas. El estrés prolongado afecta al sistema inmunitario, altera la función gastrointestinal, produce hipertensión, aumenta las reacciones alérgicas y desequilibra los niveles hormonales y enzimáticos del organismo. Además, incrementa los trastornos del comportamiento y aumenta de forma alarmante las enfermedades crónicas. Al identificar las fuentes de estrés, lo más habitual es recurrir a fármacos tranquilizantes, al alcohol e incluso a las drogas.
Comprender que vivimos en un mundo lleno de exigencias, reconocer que el estilo de vida es la principal causa y tomar medidas para neutralizar esta situación y hacerlo de de manera natural son los recursos a utilizar.
Recursos para afrontarlo
Suplementos que nos ayudan a combatir el estrés
Vitaminas del grupo B: Reducen la ansiedad y la irritabilidad e impiden el agotamiento del sistema nervioso a largo plazo.
Vitamina C. Aumentar esta vitamina potencia la preparación del organismo frente al estrés.
Alga espirulina: Entre otros beneficios ayuda en el agotamiento físico e intelectual, stress. Contiene gran cantidad del complejo vitamínico A, B, C, D, E, F, K, etc.
Magnesio: Relaja los nervios y contribuye a reducir la ansiedad diurna y a mejorar el sueño nocturno. También es importante tener buenos niveles de calcio, cromo, potasio y cinc.
Polen Reconvertido: Energiza. Vitaliza. Contiene vitaminas del grupo B:B1, B2, B3, B6.Entre otros 110 compuestos diferentes.
Ginseng: Promueve una mejora general del rendimiento físico y mental. El ginseng siberiano para estrés crónico leve, el ginseng coreano cuando es severo.
Una alimentación adecuada, la realización de un ligero programa de ejercicio físico, así como mantener un tiempo y un espacio suficientes para desarrollar nuestra vida familiar en particular y nuestras relaciones sociales y afectivas en general dedicando cada día un tiempo y disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Intentar distribuir las 24 horas del día entre trabajo, familia, ocio, descanso y sueño.
Propician el mejor entorno para afrontar las situaciones estresantes a las que inevitablemente nos enfrenta el modo de vida actual en nuestra sociedad.
Aporte profesional
El estrés es una reacción normal de adaptación frente a agresiones externas o internas.
Cuando esta reacción de adaptación perdura en el tiempo se cronifica y produce sintomatología, por lo cual esa reacción fisiológica se convierte en patología. Podemos hablar de dos momentos: preagotamiento y agotamiento.
Podemos decir que un cuadro de preagotamiento es el que produce cuando el estrés se cronifica, llegando a niveles patológicos, pero sin el agotamiento psicológico y físico que produce la otra estapa. La sintomatología que predomina en este período es la muscular, especialmente contracturas musculares a nivel cervical, lumbar y dorsal.
El paciente comienza a sentir que el trabajo no le genera placer y comienza a presentar déficit en la memoria y atención, muchas veces acompañado de insomnio y síntomas somáticos (gastritis, diarrea, tos, dermitis, etc.)
Frente a este cuadro el paciente consulta habitualmente al médico clínico o al traumatólogo y muy raramente al psicólogo.
La detección precoz de este cuadro permitiría su mejor tratamiento y evitar que prosiga hasta el agotamiento.
El estrés debe tratarse con masaje relajante de piernas, pies, brazos, manos, espalda y cara.
Cabe destacar como a través de un método manual no invasivo preventivo simple y sencillo como es el masaje ayudamos a quienes lo necesitan mejorando su calidad de vida.
Asesoró
Jorge Warnier
Presidente de la asociación Argentina de Masajistas
asoargmasajes@hotmail.com
asoargmasajes@yahoo.com.ar
www.aadema.com.ar
