La descodificación biológica afirma que cada síntoma o enfermedad está causado por impactos emocionales en la vida cotidiana, es decir, por cómo reaccionamos de forma emocional a determinadas situaciones.
Es algo tóxico que hemos vivido y que queremos eliminar rápidamente.
La gastroenteritis es una inflamación del estómago y de los intestinos debida a un virus. Puede causar síntomas como diarrea acuosa, calambres en el abdomen, dolor, náuseas y/o vómitos y fiebre. Estos síntomas pueden aparece entre 1 y 3 días después de haberse contagiado con el virus y pueden ser leves, moderados o graves. Pueden durar hasta 10 días.
Cuando una persona tiene gastroenteritis habitualmente quiere descansar y no comer nada. El organismo trata de eliminar algo a través del vómito o la defecación. En descodificación biológica ese “algo” que queremos eliminar es algo que no hemos digerido a nivel emocional. Es decir, cuando una persona tiene gastroenteritis es porque ha experimentado un conflicto, algo que quiere eliminar de forma urgente. Puede ser una persona o una situación ‘en mal estado’, que la ha afectado de forma negativa y la persona la quiere eliminar rápidamente. Por eso nuestro cuerpo se pone en marcha y provoca diarreas o vómitos para eliminar aquello tóxico que hemos vivido. Es una forma de liberarnos de la “m…” que hemos tenido que tragarnos y de purificarnos.
Si tomamos conciencia del conflicto que es, de lo que queremos eliminar, el organismo se sana de forma más rápida. Esto es lo que hace la descodificación biológica, ayuda a la persona a tomar conciencia y a integrar nueva información. De esta forma la persona ve la situación con otra perspectiva y puede actuar de distinta forma.
La gastritis es un trastorno que altera el normal funcionamiento del sistema digestivo por la inflamación e irritación de la mucosa que cubre el estómago. Tradicionalmente, se ha considerado que gastritis está provocada por malos hábitos alimenticios y por la toma de medicamentos tan habituales como ácido acetilsalicílico o ibuprofeno. El tabaco, el alcohol y las bebidas gaseosas que contienen fosfatos y ácido fosfórico también provocan irritación estomacal que puede derivar en gastritis. También es habitual cuando se produce infección estomacal por la presencia de la bacteria helicobacter pylori. La medicina considera otros factores detonantes de la gastritis, como el estrés extremo y continuado al que puede estar sometida una persona. También los trastornos del sistema inmunitario hacen a la persona más propensa a sufrir esta enfermedad.
Se distinguen varios tipos de gastritis según la gravedad y la duración:
Gastritis aguda: Suele ser infecciosas. Normalmente está asociadas a la presencia de la bacteria helicobacter pylori. Este tipo de gastritis se presenta con un fuerte y repentino dolor epigástrico, a veces acompañado de náuseas y vómitos.
Gastritis crónica: Cuando la gastritis es consideraba médicamente crónica es porque la inflamación del revestimiento del estómago se prolonga por períodos no inferiores a un mes, pudiendo llegar incluso a un año. Pueden ser autoinmunitarias. Suelen afectar al cuerpo y el fondo del estómago.
Gastritis atrófica: Una gastritis crónica no tratada de forma adecuada puede derivar en un tipo más grave de gastritis, la atrófica. Si esta tiene lugar, puede observarse la desaparición parcial de los pliegues de la mucosa estomacal e incluso la pérdida total o parcial de la propia mucosa que recubre el estómago.
Gastritis erosiva: El paso siguiente en el agravamiento de esta enfermedad es la gastritis erosiva, si bien en esta fase de evolución es más apropiado hablar de úlcera estomacal porque las erosiones han dejado de ser superficiales y han penetrado en la capa muscular.
La Biodecodificación de cualquier problema o malestar relacionado con el estómago o con el aparato digestivo manifiesta la existencia de conflictos emocionales inconscientes porque nos vemos obligados a convivir con personas o situaciones cuyo contacto o cercanía nos resultan impuestos; circunstancias que debemos soportar o “digerir” contra nuestra voluntad y que acabamos acatando como imposición. La persona muestra su incapacidad o rechazo a asimilar o aceptar situaciones y novedades que no son de su agrado. En el fondo, hay temor y rechazo a lo novedoso, falta de aceptación. Ese rechazo puede llegar a generar angustia y miedo.
La persona que sufre problemas estomacales, como en el caso a gastritis, está somatizando esa información procedente de su inconsciente. La información que recibimos de nuestro inconsciente cuando surgen problemas estomacales o digestivos siempre está referida a la existencia de conflictos emocionales o contrariedades que no han podido ser digeridas o asimiladas. Suele tratarse de conflictos familiares porque es precisamente en ese marco en el que nos podemos ver expuestos a contrariedades de las que nos resulta más complicado desmarcarnos o alejarnos, ya sea física o emocionalmente. Situaciones con las que la persona se ve obligada a convivir. La gastritis también supone, por tanto, un conflicto de rechazo ya sea de la situación en la que la persona se siente atrapada o de algo que otros le imponen. La gastritis que va acompañada de mareos denota precisamente que la persona siente miedo; pero, sobre todo, que sufre porque siente que no tiene el control de la situación impuesta y no encuentra la manera de liberarse de la misma.
La gastroenteritis se relaciona con una situación muy irritante.
La contrariedad familiar que habitualmente desencadena la gastritis puede desvelar que la persona, en el fondo, anhela un mayor reconocimiento por parte del clan familiar. Quizá necesite más apoyo, soporte, comprensión y amor por parte de los suyos. Cuando está presente este matiz de esperar más apoyo y amor en la familia, la gastritis se presentará seguramente acompañada de ardor o acidez estomacal.
Un cambio de dieta seleccionando alimentos más ligeros también suele funcionar bastante bien, para otros tipos de gastritis se suele ser bastante restrictivo en el aspecto de la alimentación pero en la emocional no tanto. Se recomienda:
-Verduras que no sean ácidas o con demasiada fibra.
-Sopas, muchos líquidos, purés.
-Frutas no ácidas.
-Pescados.
-Carnes ligeras como pollo.
-Arroz.
-Papas hervidas o al horno (nunca fritas).
En terapia, la Biodecodificación de la gastritis requiere no sólo tomar en cuenta el sentido biológico de esta enfermedad sino también la información que proporcione la propia persona para encontrar el conflicto emocional oculto. No obstante, también se presta especial atención al Proyecto Sentido y al estudio del Transgeneracional que proporcionan información muy valiosa sobre las memorias inconscientes que la persona ha recibido y que le predisponen a reaccionar y actuar de determinada manera ante su entorno. El objetivo último es comprender el origen y la naturaleza del conflicto que se expresa en forma de gastritis y hacer consciente el conflicto inconsciente para que la toma de conciencia permita iniciar el camino hacia una curación efectiva y definitiva.
Para TodoSalud
Vera Alaniz
Fuente:
www.bioanimas.com
www.sabervivirmejor.com

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