Congreso de Obstetricia y Ginecología de Mar del Plata y el 5º Congreso Internacional de Piso Pelviano

La incontinencia urinaria es una enfermedad crónica y silenciosa y se estima que sólo el 10% de los afectados consulta al médico. 
Los efectos psicosociales de la incontinencia suelen llevar implícitos numerosos trastornos emocionales:

• Vergüenza de sí mismo y ante los demás.
• Reacciones emocionales de inseguridad.
• Inhibición afectiva.
• Ansiedad.
• Depresión y tristeza.
• Inhibición de la sexualidad.
• Incapacidad para enfrentar los problemas.
• Aislamiento social.

¿Qué es la incontinencia?

La incontinencia urinaria (IU) consiste en la pérdida involuntaria de orina. La persona puede tener una necesidad imperiosa y repentina de orinar, pero es incapaz de retener la orina. Los escapes pueden producirse al estornudar, reír, realizar algún esfuerzo o ejercicio físico.

Diagnóstico

Existen tres tipos de incontinencia urinaria: de esfuerzo, de urgencia y mixta.
Incontinencia de Esfuerzo: afecta al 50% de las pacientes; es la pérdida de orina relacionada con esfuerzos abdominales tales como tos, risa o cambios posturales, y está originada en una deficiencia del esfínter urinario-uretral.
Incontinencia Urinaria de Urgencia: afecta al 25% de los casos; produce la necesidad imperiosa de orinar, siendo común que la orina se escape antes de llegar al baño. Es más frecuente en mujeres mayores. 
Incontinencia Urinaria Mixta: afecta al 25% de las mujeres incontinentes. Es una combinación entre la Incontinencia Urinaria de Esfuerzo y la de Urgencia.

Causas

La incontinencia se produce cuando la presión dentro de la vejiga es superior a la presión en la uretra, por una alteración del esfínter externo y de los músculos del suelo pélvico; por el fallo del esfínter interno por relajación inapropiada o lesión orgánica; o por un daño neuronal.
Otros factores son la debilidad muscular, y las cirugías pelvianas. El embarazo y la edad provocan una pérdida de elasticidad y de tensión en el suelo pélvico, por lo que la vejiga y la uretra caen y sus mecanismos de continencia sólo son efectivos en reposo. Este tipo de incontinencia no está asociada a la necesidad de orinar.

Alentadores resultados

Si bien es una enfermedad que genera incomodidad, no hay razón para que la mujer deje de tener una vida activa y satisfactoria ya que existen tratamientos muy efectivos.

Tratamientos

El primer paso es la consulta médica. De ser necesario, el estudio urodinámico manejado por el urólogo especializado puede ser clave para llegar a un diagnóstico adecuado que permita dar una solución de fondo a la patología. Los tratamientos pueden ser no quirúrgicos.
Pueden utilizarse tratamientos médicos aproximadamente en el 50% de las pacientes y ellos pueden ser:
Medicamentos, ejercicios del piso pelviano y cambios de conductas corporales (dieta, descenso de peso, ingesta de líquidos, etc.).

Extraído de la publicación: 
Manual Farmacéutico Nº550 (03/01/06) 
Argentina

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