El cuerpo humano necesita de elementos esenciales para mantenerse sano y activo. Las frutas y los vegetales contienen muchas vitaminas y minerales que nos ofrecen, con una amplia gama de sabores y colores, la vitalidad que requerimos diariamente.

La tecnología avanza y sus cambios constantes a veces nos atrapan por las facilidades que brindan y nos hacen olvidar las cosas sencillas de la vida. Es sabido que los preservantes y colorantes pueden causar daños que van desde manifestaciones cutáneas hasta verdaderas intoxicaciones, les proponemos volver a lo natural.

Los jugos frescos de frutas y verduras forman parte de una dieta natural muy superior a los productos de alimentos rápidos. Además de suministrar a nuestro organismo abundancia de vitaminas, minerales y otros nutrientes nos sirven para equilibrar todo el cuerpo.

Como ocurre con la mayoría de las ideas nuevas el concepto de jugo o zumo es bastante antiguo. En el siglo XIX había médicos que trataban a sus pacientes con jugos frescos y alimentos crudos para ayudarles a mejorar su salud. Alemania y Suiza son pioneras en esta terapia que aún hoy es utilizada en hospitales y clínicas de todo el mundo.

Cada vez más personas se inclinan por el consumo de alimentos naturales. Es práctica común en muchos países la elaboración casera de jugos naturales y en Australia, por ejemplo, existen bares que en lugar de bebidas alcohólicas ofrecen combinaciones de frutas y vegetales. Pero no hay que ir tan lejos para tomarse un buen jugo, con caminar unos pasos hasta nuestra cocina podemos resolver el asunto.

Los jugos son muy fáciles de digerir, no deben reemplazar la ración diaria de frutas y verduras enteras, porque la fibra que estas contienen son esenciales para una buena eliminación de residuos. Como los jugos son líquidos, el estómago los digiere fácilmente y los nutrientes entran en la corriente sanguínea de forma muy rápida.

Además, todas las frutas contienen ácidos que ayudan a la eliminación de toxinas. Los cítricos contienen al componente ácido más fuerte: el ácido cítrico. Otras frutas cuentan con ácidos más suaves como el ácido tartárico o el ácido málico. Algunas, como las naranjas y las manzanas tienen pectina, que puede absorber grasas y toxinas del tracto digestivo. Las verduras verdes son ricas en clorofila, la sustancia que necesitan las plantas para convertir la luz solar en energía para su crecimiento y que contiene propiedades desintoxicantes.

Por supuesto que el consumo de jugos, solamente, no garantiza una salud perfecta aunque contribuye a ella. Adquirir otros hábitos saludables como dejar de fumar, beber menos alcohol, hacer ejercicios regularmente y consumir menos grasas de origen animal incrementan la probabilidad de una larga vida con buena salud.

Equipo de Redacción Todo Salud

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