¿Cómo es tu vida sexual? ¿Te cuesta conversar con tu pareja? Estas y otras preguntas-conflicto rondan en el pensamiento de muchas mujeres, pero quedan silenciadas o dirigidas en ocasiones al lugar equivocado.

Es habitual que la consulta ginecológica o psicológica al respecto de temas sexuales no dé las respuestas adecuadas; ya que la Sexualidad Clínica es, hoy en día, una especialidad.

Venimos de una cultura en la que la mujer jugaba un papel pasivo en la vida sexual y que cualquier manifestación o atisbo de deseo o placer en relación al sexo debía ser reprimida por la moral imperante. El sexo era moralmente admitido para engendrar hijos y para el placer del varón. Una mujer que demostrara placer o deseo corría el riesgo de ser tomada como de vida dudosa, “ligera” o “loquita”, etc.

Las creencias y aprendizajes de siglos quedan flotando en los sustratos culturales y se transfieren de un tiempo a otro más o menos modificados dejando su marca en cada individuo,es decir, dejaron huellas en la cultura de nuestros días porque nadie ignora que hablar de sexualidad con los hijos resulta algo incómodo. También hay parejas que consultan, ya sea por problemas de él o de ella, se acompañan en la dificultad y buscan juntos la solución.

Hoy en día todavía hay hombres que no practican con sus parejas ciertas formas de relación sexual que les resultan placenteras y que también lo serían para su mujer, porque consideran que ella es su esposa y la madre de sus hijos y no una prostituta.

Las mujeres tampoco se animan a pedir caricias o formas de tener sexo que les gustaría con su pareja por vergüenza, por desconocimiento de su propio cuerpo, de la sexualidad en todas sus posibilidades, creyendo que es perder el tiempo, que no van a ser entendidas, porque no vale la pena, total…, porque a esta edad para qué…, por temor a ser mal miradas por su pareja, etc.; aún estas cosas se escuchan en la consulta.

Todavía encontramos mujeres casadas para las cuales el sexo es una obligación matrimonial y a pesar de no experimentar deseo ni orgasmos ni placer alguno, sufren y fingen o no, para no defraudar a su pareja, en lugar de hablar francamente del problema.

Muchas personas saben y experimentan que en el encuentro y el disfrute de la sexualidad está presente de muchas maneras tanto en la cama como fuera de ésta. Si nos flexibilizamos y nos informamos adecuadamente, lograremos reencontrarnos con una sexualidad plena de posibilidades.

Sobre los autores
Lic. Leticia R. Cohen
Dr. Alberto Dufour
Sexología Clínica
info@sexologiamedica.com.ar 
www.sexologiamedica.com.ar

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