Pensar en un nuevo año es una oportunidad para analizar los recursos con los que cuento y los que me faltan para lograr mis objetivos y mis sueños. Un análisis grafológico puede ser el puntapié ideal para poder observar mediante el estudio de mi escritura, los recursos existentes. También podré descubrir mis capacidades o mis habilidades que quizás estaban escondidas o postergadas por diversos motivos.

En la profesión suelo toparme con personas que no han podido desarrollar su sueño porque han escuchado conversaciones familiares acerca de las profesiones más o menos convenientes desde lo económico o social, y tal vez lo que ellos querían hacer no encajaba dentro de estos parámetros.

Como resultado, se han ido acumulando frustraciones a lo largo de los años, y se encuentran fuera de “su sueño” e incluso algunos suelen manifestar que envidian a quienes se animan a hacer lo que quieren en la vida. Aquí la sugerencia sería cambiar ese sentimiento negativo que solo trae dolor por una admiración sana que puede llevar a la imitación de conductas de personas exitosas.

Siempre se está a tiempo cuando existe el deseo profundo de generar cambios y tomar nuevos rumbos en la vida, para ello, una de las alternativas es comenzar por mirar hacia adentro de mi mismo y poder descubrir con qué cosas cuento para emprender el viaje.

Es mi deseo que terminemos el año haciéndonos libres de la gente y las cosas que nos atan y no nos permiten crecer para poder darle lugar a todo lo nuevo y bueno que la vida siempre nos tiene preparado.¡Exitoso y Feliz 2010!

Sobre la autora
Gabriela Arismendi
–Grafóloga Oficial –Consultora en PNL
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