En la antigüedad se conocían las propiedades medicinales del vinagre de manzana y se utilizaba en el tratamiento y prevención de muchas enfermedades; como tantas otras cosas, quedó olvidado por mucho tiempo cuando el hombre centró su atención en los medicamentos desarrollados con tecnología de laboratorio.

En esta época en la cual muchos de nosotros hemos dejado re-encantarnos con la naturaleza, el vinagre de manzana ha vuelto a ocupar un lugar importante en el botiquín naturista que cada vez más adeptos tiene en todo el mundo; por otra parte, en nuestros países latinoamericanos donde gran parte de la población sufre el flagelo de la pobreza, el vinagre de manzana puede ser un gran remedio de rescate para aquellos que no tienen acceso a una adecuada atención sanitaria. 

Es muy difícil determinar exactamente qué es lo que hace al vinagre de manzana una bebida tan versátil para la salud; a modo informativo, destacamos la presencia de ácido acético, ácido málico, sales minerales como el calcio, fósforo, sodio, hierro, cobre y, especialmente, potasio, o vitaminas como el ácido nicotínico, la riboflavina (B2) o el betacaroteno (pro vitamina A). 

Hemos destacado la riqueza en potasio cuya deficiencia habitual en la alimentación actual puede provocar retardo en el crecimiento, estreñimiento, insomnio o irritabilidad nerviosa. 

Propiedades:

Depura los intestinos y evita las fermentaciones intestinales. 
Mejora la digestión facilitando la acción de las enzimas. 
Ayuda a moderar el apetito. 
Su contenido en ácido málico ayuda a movilizar y eliminar las grasas que no son útiles para el organismo. 
Acelera la combustión de grasas facilitando la pérdida de peso. 
Estimula la diuresis sin que perdamos el equilibrio del potasio. 
Por su aporte nutritivo podemos considerarlo un buen remineralizante. 
Por su riqueza en betacaroteno ayuda a proteger la piel y las mucosas; alivia las inflamaciones o las quemaduras superficiales si se aplica localmente. 
Es un excelente componente de muchas fórmulas naturales de belleza. 
Tradicionalmente se ha utilizado como coadyuvante en el tratamiento de la angina de pecho, la artritis, el asma, la fiebre del heno, la hipertensión, todo tipo de enfermedades respiratorias, el hipo o los calambres. 
Además de su uso en medicina y cosmética humanas, el vinagre de manzana se utiliza como complemento en el tratamiento de numerosas enfermedades animales. 
Como dosis general y a modo orientativo, podemos recomendar una o dos cucharadas de postre en un vaso de agua al cual puede incorporársele una cucharadita de miel para aumentar las propiedades nutritivas de esta preparación; se bebe dos o tres veces al día. También puede agregarse una cucharada sopera de vinagre de manzana, y otro tanto de miel si se desea, en un litro de agua y servirlo como bebida diaria en reemplazo de zumos industriales o refrescos. 
Antes de preocuparse por su salud, tal vez desee probar con vinagre de manzana. 

Sobre el autor
Pablo de la Iglesia 
www.poreldespertar.com

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