Se caracteriza por alteración del cartílago que recubre las cabezas articulares, con modificaciones secundarias en el hueso subyacente, la sinovial y la cápsula articular. Artrosis significa desgaste, envejecimiento, ya sea por causas naturales como el paso de los años, o como consecuencia de enfermedades locales o generales con repercusión en el sistema articular (tejido conectivo).

Diagnóstico diferencial:

• artritis deformante: enfermedad que afecta numerosas articulaciones, por alteración reactiva de los tejidos sinoviales
• artritis aguda: infección de una articulación causada por gérmenes
• reumatismo poliarticular agudo: reacción inflamatoria de la sinovial al estreptococo beta – hemolítico, que afecta a personas jóvenes.
 
La artrosis común aparece luego de los 40 años, con más frecuencia en el sexo femenino, y afecta articulaciones que reciben más carga y movimientos:

• columna vertebral
• cadera
• rodilla
• pie
• articulación trapecio – metacarpiana.

La artrosis primaria se debe al desgaste del cartílago articular, que pierde elasticidad, nutrición y se fibrosa y resquebraja; es agravada por la obesidad (aumento de carga y factores metabólicos que aumentan el colesterol).

La artrosis secundaria proviene de cualquier mecanismo que haya alterado la función articular, lo cual incide en la fisiología de todos los elementos que componen la articulación. Entre las causas más frecuentes, citaremos trastornos endocrinos especialmente de ovarios y tiroides, insuficiencias venosas crónicas (várices), trabajos que exigen gran movimiento y/o sobrecarga, deportes excesivos, secuelas de traumatismos, luxaciones, artritis agudas, depósito de ácido úrico.

Las primeras alteraciones se manifiestan en el cartílago que recubre las cabezas articulares: se vuelve áspero, seco, opaco, pierde elasticidad, se abre, y va desapareciendo dejando al descubierto el hueso subyacente; el hueso se hace más denso, pulido, compacto; en el interior de esas zonas densas se forman cavidades quísticas ocupadas por tejido fibroso. Donde termina la capa de cartílago, el hueso prolifera formando osteofitos o picos.

La cápsula articular y la sinovial se espesan, se inflaman por dilatación de los vasos sanguíneos, y termina adhiriéndose a las superficies articulares limitando los movimientos. No suele haber procesos inflamatorios, ni compromiso del estado general del paciente.

El dolor es provocado por el peso y la función articular, atenuándose con el reposo; a la mañana suele ser intenso y mejora a medida que se calienta la articulación mediante el movimiento. Las superficies articulares son cada vez mas rugosas y deformadas, y eso limita el movimiento, a lo cual se agregan las contracturas musculares. Los trastornos se agudizan en estados de agotamiento, frío, traumas.

Tratamiento:

• preventivo: evitar aumento excesivo de peso, mantener buena  actividad física, controles de laboratorio (ácido úrico, colesterol, azúcar), evitar excesos de alcohol, carne, fiambres, etc.
• médico: general, en base a la modificación de estados patológicos
• local: corrección de la mecánica articular, control de la calcificación, mejoría de la circulación y mantenimiento del movimiento
• quirúrgico: van de la osteotomía que modifica las relaciones articulares, al reemplazo total o parcial de las cabezas articulares afectadas.

Sobre la autora
Lic. Susana Berman
Directora de Uki
www.uki.com.ar

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