-Pequé
-Me permito
-Cometí una transgresión
-Me dejan
-Puedo
-No puedo
-Me enganché
-Me prometí

¿Utilizás estas palabras o frases? Formaban parte de mi lenguaje cuando hacía dieta. Por favor, volvé a mirarlas, una por una. ¿Qué sentís con pequé ? Yo sentía culpa. Había tenido un desliz, una falla. Me sentía débil, averiada. Curiosamente, la palabra pecar significa en griego “errar el blanco”, “no acertar”. No posee ninguna de las connotaciones culpógenas que caracterizan el uso que le damos.
¿Y las otras? Me permito, evoca me prohíbo. Cometí una transgresión, remite a la sensación de ser una persona descontrolada y autodestructiva. La palabra transgresión sugiere una falta. Cuando llamaba transgresiones a mis compulsiones me sentía indigna, al margen de la ley, proscrita. Buscá transgredir en el diccionario y te darás cuenta de que su uso, aplicado en cualquier ámbito que se relacione con la nutrición, es potencialmente dañino.
A mí, estas interpretaciones sólo me sirvieron para sentirme mal; para retroceder y no para avanzar, para enfermarme y no para sanar, para estancarme y no para crecer.
¿Y me prometí ? ¡Recuerdo cuánta presión con estas dos palabras!
Examiná las otras. Imaginá puedo, no puedo, me dejan en los labios de un niño que necesita pedir permiso. Por una cuestión de estricta dignidad, nos merecemos comer sin pedir permiso ni disculpas.

Sobre la autora
Elena Werba
Fragmento del libro digital: Cuando hacer dieta… Engorda –www.noquierodietas.com.ar 

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