Aparecen así ciertas reverberaciones de la voz, más allá de la nota particular que se esté cantando; como una cámara de eco en unos casos, o como un silbido en otros.

¿Por qué esta técnica tan antigua como la humanidad tiene tanto auge?

Su práctica inmediatamente se retrotrae a su niñez más temprana, cuando espontáneamente ensayábamos gorgoritos, mientras gesticulábamos, jugando, para sentir “como es ese sonido”. De hecho aún hoy muchas culturas conservan este ejercicio en sus cantos tradicionales, con variaciones de estilo, producto éstas del entorno geográfico: su clima y fauna particular, y fundamentalmente, por la contextura anatómica de la boca y el rostro, que modifican las cámaras de resonancia de la voz.

Pueblos de distintas partes del mundo tienen cantos característicos, como los pueblos mongoles de Tuva (con diferentes estilos: khoomei, kargyraa y sygyt), los monjes tibetanos (en los estilos de los monasterios Gyuto y Gyume), pueblos del sur de África, América Central, etc.

También se han desarrollado técnicas más afines con la cultura occidental, y actualmente uno de sus más grandes exponentes es el maestro David Hykes. También se destacan maestros alemanes, como Christian Bollmann, quien dirige el coro de Armónicos de Dusseldorf, e integra técnicas occidentales con tibetanas.

Pero esto es solo el comienzo. En realidad, nos sentimos tan atraídos por estas técnicas, porque logran sintonizar con las vibraciones de nuestros centros de energía, nuestros órganos y vísceras, restableciendo su armonía original.

Podemos cantar armónicos a nuestros órganos enfermos, para que sanen más pronto, y también lo podemos hacer con lo que están sanos en apariencia, para mantener su estado de salud. De momento, les dejo un ejercicio sencillo para iniciar la práctica:
Los invito a que durante dos semanas al menos, se tomen cinco minutos al día (¡podemos aprovechar el momento de la ducha, claro!) y pronuncien las vocales (U, O, A, E, I) y la letra “M” (considerada vocal en la tradición India), cada una durante una exhalación bien profunda, relajadamente, mientras esbozan una leve sonrisa a todos sus órganos. 

Sobre la autora
Rosa María Golez
Terapias Holísticas – www.refugiosdepaz.com.ar

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