Si crees que necesitas una limpieza, empecemos
¿En qué o en quién has pensado hoy? ¿En lo mismo, en la misma, en el mismo de siempre o casi siempre? ¿Durante cuánto tiempo?
Sí: es posible que durante casi todo el día. Entonces, ¿qué hiciste con el presente en que vives? ¿En qué tipo de papelera has tirado tu día?
No vivir en el hoy y aferrarte a recuerdos, repasar vivencias dolorosas o imaginarte situaciones que están sucediendo o sucederán en un futuro, cuentos chinos que te imaginas, es restarte tanta energía como si la computadora tuviera abiertas 25 ventanas que no utilizas. Todo es más lento, pierdes energía. Todo lo que podrías hacer de tu vida se ralentiza.
Realmente, no somos conscientes de la importancia que tienen nuestros pensamientos, las decisiones que tomamos segundo a segundo. No somos conscientes de nuestro poder de atracción, de la fuerza que ejercemos ahí donde ponemos nuestro foco. Si seguimos mirando a eso que sucedió en el pasado, eso que sucedió en el pasado volverá. Si nos originó dolor, el dolor regresará multiplicado. ¿Estás dispuesto a pasar por esa experiencia de nuevo? Imagínalo. ¿No? Entonces, empezamos a cerrar pantallas. Ya.
LOS PASOS DEL ‘RESET’
Cerrar pantallas es tan fácil como utilizar el mouse. Sólo tienes que querer hacerlo. Dar la orden, del mismo modo que la da tu cerebro para que tus manos actúen.
¿Por qué esa demora, entonces? Simplemente porque la enfermedad engancha. Y llamamos ‘enfermedad’ a esa tendencia a dar vueltas con las cosas indiscriminadamente que, sí, puede llevarte a una patología: empezando por la ansiedad.
Sólo damos el paso cuando nos duele menos que no darlo. Y éste y no otro es el paradigma que podemos cambiar: Comprender que no hay que sufrir más.
Ésta es la orden para empezar a ‘cerrar pantallas” de tu vida.
Tienes que entender que todo esto que te ha sucedido te lo has producido tú mismo para poder cambiar. ¿Si yo no puedo amarme a mí mismo cómo voy a amar a otro?, por ejemplo. Te sentiste culpable por todo lo que hiciste en el pasado y buscaste a alguien para que te lo hiciera a ti. O, también, ‘me estoy poniendo algo frente a mí porque estoy tan dormido que es el único modo de despertar’. TODO LO QUE VA PASANDO EN TU VIDA ES LO QUE TIENES QUE SOLUCIONAR”. Volviendo a la computadora: todo lo que has pasado es lo que te has programado. Ni más ni menos.
PERDONA
Para cerrar pantallas sólo tienes que decir GRACIAS. ¿Fácil? a veces puede resultarte muy difícil. Porque cerrar pantallas implica perdonar y después no habrá ya nada que perdonar, lo verás todo absolutamente limpio. Todo está disuelto. Limpiaste el sistema operativo. Tu ordenador personal va ‘como un tiro’.
Antes de practicar el perdón es necesario sacar la rabia. La comprensión amorosa es la inteligencia del corazón. Perdonar es un signo de grandeza y la venganza es una señal de bajeza. Se trata de aprender la lección que el maestro nos ofrece en lugar de sentir resentimiento hacia él. Fijar la atención en la lección, no en el maestro. Una conciencia elevada ama, no juzga.
No está mal el error; lo que está mal es permanecer en él. Y también permaneces en él cuando, aparentemente, te comportas desde la serenidad pero por dentro sientes rabia, ira, deseo de venganza hacia alguien… Dices, ‘es que le/la mataría’. Y sí: en otra dimensión lo estás haciendo. No está mal el placer; lo que está mal es que el placer te domine a ti. Empieza a desdoblarte para convertirte en espectador de la cantinela que te cuenta tu mente, para empezar a conocerte y desde ahí será fácil empezar a disolver. Conectas con tu ‘yo original’, tu alma corre programa y no vuelve a repetir. Es tan simple que no nos damos cuenta; y eso es porque nuestra mente lo quiere explicar todo.
Hacer click y empezar a cerrar pantallas sin revivir ni recrearte en emociones antiguas, sólo diciendo GRACIAS por la experiencia vivida; dejar de retroceder (con la excusa que sea) y parar de repetir te Empezarás a relajarte, a disfrutar lo que está pasando a tu alrededor. Dejarás de actuar como alguien de tu familia (calcando un ‘programa’ que no te corresponde) y comenzarás con tu propio ‘programa’, el verdadero, el que “traes en tu alma”. Disfrutarás de la vida y comprobarás que todo comienza a sucederte de repente, milagro tras milagro. Conexión a conexión.
Cierra pantallas. No revivas. No pierdas la oportunidad que te debes.
Deséate un mañana libre de dolor y de culpa. Para ti y para todos y cada uno de quienes han pasado por tu camino.
Culpa y resentimiento, son actores que se vuelven repetidos en nuestra vida. Salvo si cierras el telón.
Para TodoSalud
Vera Alaniz
Fuente:www.danieltestino.com

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