Usamos muchas estrategias diferentes para estar en control, incluyendo la manipulación, el ruego, el alegato, la fuerza y la negociación. Nuestra meta final es saber que podemos hacer que nuestra vida luzca como pensamos que debería, de acuerdo a las metas que queremos cumplir. Si queremos éxito, haremos lo que sea para sentirnos exitosos. Si queremos amor, haremos lo que sea para probar que somos encantadores. Pero lo que queremos y con lo que terminamos es muy diferente y nuestras metas con frecuencia son a corto plazo porque están basadas en nuestro miedo a no tener lo que queramos si no lo obtenemos ahora, en lugar de que se basen en nuestro conocimiento de que el proceso siempre funciona cuando le damos el tiempo, la energía, el esfuerzo y la confianza que necesita.

Para nuestro entendimiento humano, estos son opuestos que tienen poco en común. No obstante están en la misma longitud de onda y dependiendo de donde estén nuestras vibraciones energéticas, los experimentaremos de diferentes formas. La relación entre rendirse y controlar es estratégica, vibracional, intencional y energética y todo esto ocurre simultáneamente. Pero, más importantemente, sin control no podemos aprender sobre la entrega y sin la entrega, nunca podemos estar en control.

A un nivel vibracional estamos en el nivel de control que resuena con el nivel de vibración con el que resonamos. Esta es la Ley de la Atracción en acción y vivimos con ella cada día. Cuando cambiamos nuestra vibración, podemos traer otras cosas a la realidad. El proceso de cambio de nuestra vibración está basado en la rendición, reconociendo que estamos haciendo lo mejor que podemos y permitiendo que el espíritu entre en nuestra realidad con opciones nuevas y diferentes. Cuando nos rendimos dejamos de pelear y reconocemos la sanación que necesitamos hacer para lograr nuevos niveles de crecimiento y entendimiento.

Siempre es nuestra intención estar en control, manifestar nuestra realidad en formas sin esfuerzo y poderosas pero cuando esa intención está basada solamente en el control, simplemente estamos reflejando nuestro miedo de no tener poder. Con una intención basada en el miedo por control, tenemos miedo de que si dejamos ir el control que pensamos que tenemos, tendremos que enfrentar la verdad de que no somos dignos de lo que queremos. Y el dolor de esa realización es tan grande que haremos cualquier cosa para evitarlo. No obstante mientras estamos en este estado de ser, la impotencia es lo que estamos creando, así estamos creando ejemplos de nuestros grandes miedos en lugar de cuán poderosos podemos ser cuando cambiamos nuestra intención de controlar a rendirse.

¿Cuándo creamos los bloqueos a nuestro control? Mientras que traemos problemas de poder y control de la vida pasada, ellos son amplificados con nuestra primera experiencia de trauma. Este trauma ocurrió en algún punto en nuestra vida, pero especialmente en nuestra niñez. La primera experiencia traumática de nuestra niñez creó la creencia de que no estábamos en control y desde ese punto, vivimos a través de la creencia de que no estábamos en control de nuestra vida y que teníamos que pelear para mantener el control en cada nivel. ¿Tienen el recuerdo de alguna experiencia traumática de la niñez en donde se sintieron fuera de control, con miedo a morir física, mental o emocionalmente o que los lastimaron al punto de que no pensaron que podrían recuperarse? Ahí es donde están buscando controlar su vida y en donde sus creencias sobre control están centradas. Todos tienen un recuerdo de este tipo y para recuperar el control debemos rendir esta creencia, hacer las paces con esa experiencia y aprender a calmar al niño interno para que podamos rendirnos sin el miedo de que nuestro pasado se repetirá en cada situación. Sin este nivel de trabajo de sanación, cada experiencia de vida repetirá nuestros miedos al control.

Habrá tiempos en los que no nos sentiremos en control, cuando los deseos del ego sean hechos a un lado para que algo más apropiado pueda ser creado. Rendirse requiere que aprendamos a controlar el ego y entendamos sus miedos y después trabajemos a través de ellos para que puedan estar equilibrados con la intención del espíritu para nuestra vida, la cual es crear el cielo en la tierra.

Investigación:
Vera Alaniz para TodoSalud
Sobre la autora:
Jennifer Hoffman
www.enlighteninglife.com

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