Algunas mujeres pueden tener el último periodo hacia los 45 años y otras mujeres lo pueden tener más tarde que los cincuenta años. La edad promedio se estima hacia los 51 años.
Este periodo de la menopausia se asocia con una serie de síntomas que la mujer padece en menor o mayor intensidad, tales como: Alteraciones en la frecuencia del periodo. Calores súbitos. Calidad de sueño. Cambios de humor. Pérdida de memoria. Riesgo de osteoporosis Problemas de incontinencia. Aumento de peso. Enfermedades cardiacas, entre otras.
Si empezamos a entender la vida como un fluir de los energías Universales: expansión (fuerza centrifuga) y concentración (fuerza centrípeta) podremos entender todos los procesos en nosotros y en nuestro alrededor. La naturaleza del cuerpo de la mujer se caracteriza por una predominancia de la energía centrípeta, energía de concentración, acumulación.
LA MENOPAUSIA A NIVEL ENERGÉTICO
Tenemos una energía muy condensada alrededor de nuestro centro medio vital: vientre, caderas. En nuestro aparato reproductor podemos guardar durante 9 meses una vida. Hay que tener mucha energía centrípeta de acumulación y concentración para poder hacer esta función de gestación. Cada mes la mujer, en su fase reproductora, tiene un periodo, una depuración.
El cuerpo femenino se caracteriza por generar energía centrípeta; una energía de acumulación, de concentración. Durante la fase reproductora, la menstruación actúa como reguladora del exceso energético, permitiendo al cuerpo depurarse, desechar toxinas y prepararse para un nuevo ciclo. Su cuerpo deshecha toxinas, depurándose y preparándose para un nuevo ciclo. Cuando esta fase cesa, ya no existen las menstruaciones mensuales, la mujer pierde el proceso de depuración, acumulando todo el exceso. Además, influye la alimentación que la mayoría de las mujeres están llevando, no corresponde en absoluto a sus necesidades energéticas.
TODOS LOS ALIMENTOS QUE COMEMOS PUEDEN TAMBIÉN CLASIFICARSE EN EFECTOS ENERGÉTICOS:
*Alimentos extremos yin
Naturaleza extrema de inflamar, enfriar, expandir, hinchar, tales como: azúcar refinados, pastelería, chocolate, lácteos blandos (leche, manteca, yogures,), bebidas y/o gaseosas azucaradas, alcohol, vinagres, etc.
*Alimentos extremos yang
Con un efecto extremo de acumular, tensar, bloquear, calentar muy intensamente, tales como: grasas saturadas (bloqueantes) carnes, quesos, huevos, embutidos, harinas (pan, pizzas, galletitas), exceso de sal, consumo de snacks salados, sal, y condimentos salados.
*Alimentos estables y vitales
Son principalmente de origen vegetal, que nos aportan salud y vitalidad: cereales integrales, legumbres, proteínas vegetales, pequeñas cantidades de pescado, verduras, frutas locales, algas, semillas, frutos secos, hierbas aromáticas, y condimentos naturales. Es importante pues entender qué clase de alimentos necesita la mujer para encontrar su equilibrio y armonía. Estos deben ser en mayor parte de procedencia vegetal, alimentos estables y vitales, para equilibrar su naturaleza energética yang acumulativa. Si la mujer come a diario alimentos de energía densa yang, como carnes, quesos, embutidos, huevos, pan, exceso de sal, etc. por supuesto que se van a crear todos los síntomas que hemos descrito anteriormente, muchos de ellos, con energía de exceso. Exceso de peso, sudor, calor, colesterol, presión alta, insomnio, irritabilidad, cambios de humor, acumulación de grasa en las partes de caderas, vientre, etc.
Es importante entender qué clase de alimentos necesita la mujer en esta etapa de su vida para encontrar su equilibrio y armonía. Estos deben ser en mayor parte de procedencia vegetal, alimentos estables y vitales, para equilibrar su naturaleza energética yang acumulativa. El consumo de grasas saturadas nos crea toxicidad, pérdida de flora intestinal y acidez en la sangre, produciendo pérdida de minerales y los efectos de: osteoporosis, falta de memoria, incontinencia, etc.
Si observamos la diferencia en alimentación entre las mujeres occidentales con las orientales, podremos ver claramente el porqué unas sufren, y otras no tienen ningún síntoma. La alimentación de las orientales está basada principalmente en cereales, pescado, legumbres, proteínas vegetales, verduras, algas, semillas, frutos secos, frutas. ¡En sus culturas milenarias, nunca han incluido carnes, embutidos ni lácteos!
Si realmente deseamos estar sanas, hacer la transición hacia la menopausia sin problemas, se debe adoptar una alimentación basada en ingredientes naturales y de origen vegetal. Pero es importante conocer la parte energética, entender la reacción que cada alimento hace en nosotras, entender nuestras necesidades personales y aprender a cocinar de forma energética, creando platos sabrosos, vitales, que nos llevaran directamente a crear más estabilidad, armonía y salud en nuestra vida.
HÁBITOS PARA UNA MENOPAUSIA CON ARMONÍA:
• Usar productos integrales, sin refinar o procesar
• Usar alimentos locales y del mismo clima
• Usar principalmente productos ecológicos
• Volver a la cocina casera y “de la abuela”
• Adaptar la alimentación a los cambios estacionales
• Alimentarnos de acuerdo a nuestras necesidades personales
• Escuchar nuestra intuición y los mensajes de nuestro cuerpo
• Desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo
• Evitar las proteínas animales, a excepción del pescado
• Incrementar las legumbres y proteínas vegetales
• Incluir cereales integrales en las comidas diarias
• Incrementar las verduras de raíz y redondas en cocciones dulces
• Incluir en cada comida verduras verdes de cocción corta
• Conocer las verduras del mar (algas) y beneficiarse de sus cualidades depurativas y remineralizantes
• Evitar toda clase de azúcar refinado, levaduras, alcohol, bebidas gaseosas y/o azucaradas, exceso de cafeína, chocolate, lácteos y vinagres.
Investigación de Vera Alaniz para TodoSalud
Fuente: www.sanoyecologico.es

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