Reportaje a Pino Enríquez guitarrista, compositor, arreglador y profesor de ensambles de tango propone a continuación algunos ejes de reflexión sobre un oficio que muchos de nosotros desconocemos o apenas imaginamos: el de intérprete.

– ¿Qué significa, en música, ser intérprete? 

– Un intérprete, en el ámbito de la música, es alguien que hace de intermediario entre el compositor y un auditorio. Esto puede significar muchas cosas. En primer lugar, el músico va a estudiar una obra, un tango, una sonata o lo que fuera, y va a intentar resolver las dificultades técnicas que se le presenten para tocarla. Muchas veces este estudio de la técnica se plantea casi como un desafío en sí mismo, como si fuera el fin mismo de la interpretación. La realidad, a mi parecer, es que antes que nada, para poder interpretar el músico tiene que entender el lenguaje de lo que va a tocar.

¿Pero el lenguaje no son las negras, las blancas, la partitura?

– Gustav Mahler, el compositor austríaco, decía que en la partitura está todo, salvo lo esencial. Es decir que los símbolos gráficos (“las blancas y las negras”) son sólo un acercamiento a lo que el compositor quiere decir y, sobre todo, se ajustan con más precisión a la época y la música para las que se inventaron (la época del clasicismo, allá por el siglo XVIII).

¿Qué sería entonces “lo esencial”?

Bueno, Mahler murió sin explicarlo….quizás porque no es sencillo ponerlo en palabras. Pero para hacernos una idea, digamos por ejemplo que los géneros populares como el folclore, el tango o el jazz son muy difíciles de escribir en una partitura. Escribir una partitura que refleje, por ejemplo, la forma de cantar de Carlos Gardel o de Fito Páez es prácticamente imposible. Si un japonés (por citar algún lugar lejano) o simplemente alguien que nunca los escuchó toma esa partitura, se le hará muy difícil interpretar fielmente el estilo original. Habría que inventar una escritura especial para cada género, o para cada estilo, y eso nos complicaría un poco. Pero por otra parte, esta falta de exactitud de la escritura tiene, en la música popular, una contracara muy positiva : le da un enorme espacio de creación al intérprete, que genera (o degenera) en lo que se llama generalmente “estilo”. Lo esencial entonces pasa un poco por ahí, por la manera de decir, por el “sentimiento” (como se dice a veces), que no es sólo sentimiento sino la sumatoria del estudio, de la comprensión de lo que se interpreta, del carácter de la persona y de la influencia de su entornos cultural.

¿Interpretar consiste entonces en reunir todos esos elementos para transmitir algo a través de la música?

Sí, en el caso de un músico solista sería algo así. Cuando se juntan dos o más personas a tocar interviene otro factor importante que es el de la escucha. Digamos que el solista se tiene que escuchar a sí mismo para poder traducir en sonidos lo que le pasa por dentro. Cuando hay dos o más personas se entabla un diálogo, una verdadera “conversación” entre los músicos. Y ahí existen distintas posibilidades. Tal como ocurre cuando hablamos, esas personas pueden estar opinando o dialogando en apariencia sobre un tema y mantener, en realidad, un diálogo de sordos como se dice habitualmente. Es decir que nadie escuche verdaderamente a los demás, que cada uno emita su punto de vista y no influya ni se deje influir por los otros. ¡Convengamos que un `diálogo de sordos’ entre músicos no es lo más aconsejable!…pero ocurre.

¿Por qué?

Hay muchas razones. A veces porque la enseñanza de la música está más enfocada a la vista (partitura) que al oído. A veces porque el miedo frente al público hace que uno esté demasiado pendiente de su propia actuación. A veces por la competencia que reina en estos tiempos, que se traduciría en música en tocar más fuerte, más rápido, para sobresalir de alguna manera. En cambio, cuando hay diálogo, cuando hay comunión entre los músicos ocurre, puede ocurrir eso “esencial” de lo que hablábamos al comienzo. La música transmite algo que va más allá de lo explicable, de las palabras, de las notas…y el público generalmente lo percibe.

¿Es el famoso feeling? 

Sí. Y no es tan fácil de lograr. Armonizar el tempo interno de cada uno en un grupo, poder tocar y escuchar al mismo tiempo, conectarse con lo interno y lo externo a la vez y poder entender y respetar el sonido del otro es tan complejo como lograr cualquier tipo de diálogo profundo. Entendiendo así la interpretación, digamos que yo puedo saber de antemano qué notas voy a tocar, pero el sonido y la manera en que las voy a interpretar dependen en gran medida de lo que el otro o los otros músicos me propongan con su interpretación.

¿Y el público puede percibir estas diferencias?

Sí, claro que sí. Dijimos que el intérprete es un intermediario entre el compositor y un auditorio. O sea que el público es el último eslabón de la interpretación y, con su escucha, va a completar el proceso y a influenciarlo también. Tengamos en cuenta que el público también tiene sus condicionamientos. Está el gusto personal de cada uno y están las épocas, las modas, la cultura, la expectativa que cada uno pone en lo que va a escuchar, los prejuicios que trae, etc. Imaginate que hubo épocas como el barroco en las que el público no toleraba que no se le presentara algo nuevo en cada concierto y épocas como el clasicismo en las que se despreciaba o criticaba el virtuosismo. Hay oyentes ávidos de novedad y otros que quieren oír lo que ya conocen una y otra vez… Felizmente, la música logra a menudo trascender todos esos condicionamientos, trascender al público y hasta a los propios músicos !

Sobre la autora
Marcela De Grande
marceladg@gmail.com

Integrante del Centro Cultural Cooperativo 
El Colectivo 
Que funciona en el barrio de Villa Urquiza desde el año 2000. Es un proyecto de enseñanza y producción artística y un proyecto humano de encuentro a través del arte y la amistad. Además de los cursos y la programación de espectáculos, se realiza allí una peña interdisciplinaria todos los segundos sábados de cada mes desde hace 5 años. A partir de las 22.30hs y con entrada libre y gratuita.

Más información:
ccelcolectivo@gmail.com

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