Los malos hábitos nutricionales causan las llamadas enfermedades no trasmisibles. Entre ellas obesidad, diabetes mellitus, problemas cardiovasculares, hipertensión, accidentes cerebrovasculares y cáncer. Esto según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la FAO.

Uno es el resultado de lo que come. La premisa rige desde la antigüedad, pero ahora sabemos que si nos alimentamos mejor tendremos más salud.

Se ha perdido la buena costumbre de comer fibras dietéticas y granos tiernos.

El aumento del consumo de alimentos con alto contenido de grasas saturadas y pocos carbohidratos está causando enfermedades que aumentan la consistencia de la sangre endurecen las paredes del sistema circulatorio en zonas sensibles como las arterias del cerebro y males cardiovasculares a temprana edad.

También con el apego a los dulces, se pierde inmunidad, causan problemas de infección, anemia, enfermedades graves como diabetes, osteoporosis etc.

La actitud con la que comemos es otro detalle que debemos tener en cuenta.

Hipócrates decía » Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento»

Este concepto llevado a la nutrición, nos permite ampliar el enfoque de la misma. Es por esto que se puede hablar de una nutrición desde el punto de vista físico, emocional, mental y espiritual. Ampliando estos últimos conceptos el hombre no solamente se nutre de los alimentos que ingiere, sino que también inciden sobre lo que comemos la calidad de nuestros pensamientos. Se dice que, «somos lo que pensamos», de esto depende nuestra salud. Desde hace cientos de años los orientales concretamente los Tibetanos hablaban de que la «Enfermedad es ocasionada por nuestras emociones perturbadoras ( ira, bronca, miedos, odio,etc).

Teniendo en cuenta esto se puede decir que creamos salud con los pensamientos.

La actitud con la que comemos influye. Se puede hacer una famosa dieta para bajar de peso pero si nos sentamos a rumiar lo que decimos o no, hicimos o dejamos de hacer… la comida nos caerá pesada y el hígado en lugar de hacer calorías hará grasa. Engordaremos.

Hay gente vegetariana que no ingiere toxinas pero tiene conflictos afectivos, va a enfermar,dañará su corazón. Estará taquicárdico, sin suficiente oxigenación del organismo.
El páncreas se afecta cuando uno está deprimido, la producción de glucosa no será buena, elaborará diabetes…

Esta postura implica no solo cambiar la dieta para estar más sanos, sino que debemos hacer un cambio de conciencia. Es pasar de una actitud mecánica automática a una regulada y plenamente conciente, es pensar que comemos, cómo comemos, quién elabora nuestros alimentos y de que manera. 
Aprender a comer de una manera más inteligente es reeducarnos y asegurarnos una mejor calidad nutritiva.

Sobre el autor:
Equipo de Redacción TodoSalud
Asesoró:
Lic. Amada Inés Ferreira 
E-mail: naturaliss@yahoo.com.ar

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