Esta leche nutritiva se prepara de forma bien fácil.
 Ingredientes: – 1/4 de taza de quínoa germinada, aproximadamente – 1/2 litro de jugo de manzanas
 Preparación:

  • Remojar la quínoa durante un par de horas, hasta que se hidrate o «active». Luego, descartar el agua del remojo y dejarla en un colador o malla durante la noche u ocho horas aproximadamente, período durante el cual las semillas comienzan a germinar. Si es verano, conviene refrigerar la quínoa, para prevenir que desarrolle moho, ya que es muy sensible al calor.
  • Preparar zumo de manzanas. También se puede preparar zumo de naranjas o uvas. El zumo de frutas aporta su dulzor natural, evitando así la necesidad de adicionar azúcar o endulzantes artificiales, perjudiciales para nuestra salud.
  • Lavar las semillas con agua corriente hasta que el agua salga transparente, verter las semillas y un tercio del jugo en la licuadora y procesar hasta que el jugo se torne bien lechoso.
  • Finalmente, retirar la fibra con un filtro de paño, agregar el jugo restante y mezclar bien. Servir inmediatamente, para aprovechar al máximo las bondades de esta leche. Al igual que otros zumos, consumir preferentemente en ayunas o alejados de las comidas.

La quínoa es una semilla muy nutritiva, especialmente rica en aminoácidos esenciales y en vitaminas del complejo B. Generalmente, se la consume cocida, pero la mejor forma de aprovechar todas sus bondades es germinándola y consumiéndola cruda.
Preparada como leche vegetal, nos aporta la máxima nutrición con el mínimo de esfuerzo digestivo, siendo ideal para niños, ancianos, personas convalecientes y celíacos.
Fuente:
www.comosemillas.blogspot.com

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