La manzanilla es una planta de amplio uso en medicina popular. Es probable que haya sido introducida tempranamente por los conquistadores españoles. Además de su uso doméstico, formaba parte, fines de la época colonial, de varios preparados medicinales en la farmacopea de entonces. Desde esa época, su uso ha ido extendiéndose constantemente en la población.

Propiedades medicinales

La manzanilla es una de las plantas que reúne más y significativas virtudes medicinales. El más importante de sus principios activos es un aceite esencial, que se obtiene de sus flores por destilación al vapor (Font Quer, 1982). Este aceite está constituido por numerosos compuestos hidrocarbonados: éteres y alcoholes de distinta naturaleza.

De estos últimos, el camazuleno es el que reviste mayor importancia, ya que posee un fuerte efecto antihistamínico (Schauemberg, 1972).Se señala también la presencia de distintos heterósidos: flavónicos y cumarínicos. Por último, se ha informado el hallazgo de pequeñas concentraciones de mucílagos taninos, ácidos orgánicos y salicílicos.

Igualmente, se describen concentraciones de vitamina C de 0.73% en la planta florida.

Las virtudes de esta planta corresponden a las propias de las que poseen aceites esenciales. Es decir, posee propiedades antiespasmódicas y sedantes. De aquí, deriva su variada y numerosa utilización en los trastornos digestivos, especialmente en aquellos de origen nervioso. En este sentido, la literatura es muy minuciosa al referirse a los múltiples tipos de trastornos que mejoran con el consumo de «agüitas» de manzanilla. Este beneficioso efecto se aprecia en las flatulencias, la atonía gástrica, las digestiones difíciles, los cólicos, etc. Como sedante nervioso, es útil en los problemas de salud mental, como la ansiedad, la angustia, la tensión y el insomnio, De igual forma, su efecto antiespasmódico y sedante le da propiedades curativas en los trastornos dolorosos de la menstruación.

Sin embargo, sus efectos más notables, sin desmerecer las virtudes señaladas, se relacionan con la capacidad de hacer cicatrizar y desinfectar heridas. También sana las irritaciones de la piel producidas por las lesiones alérgicas. Por esta misma propiedad, actúa contra la congestión de las vías respiratorias.

Infusión: (Para las jaquecas, trastornos digestivos varios, sedante nervioso; emanagogo, carminativo). Se pone una cucharadita de flores en una taza de agua hervida y se deja en reposo 10 minutos. La dosis es de tres o cuatro tazas al día de infusión caliente.

Lavados, compresas y gargarismos: (Heridas, afecciones oculares. Los gargarismos son para las afecciones de la garganta y la laringitis). Se hace  un cocimiento hirviendo medio litro de agua con dos cucharadas de flores. Una vez entibiado el cocimiento, se preparan las compresas empapando paños con el líquido. Los lavados y el gargarismo se hacen con  el cocimiento directamente.

Vahos e inhalaciones: (Catarro nasal y obstrucción bronquial).

Se colocan uno o dos puñados de flores en un tiesto con dos o tres litros de agua hirviendo y se aspira el vapor.

Para TodoSalud
Vera Alaniz
Para más información:
Herboristeria del Plata
www.hierbasdelplata-com.ar

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