Los consultantes jóvenes están decidiendo su futuro vital, y aún mayores de edad, la cuestión pasa por el mismo eje: va más allá de la elección de una carrera u oficio.

Hace más de dos décadas el Lic. Rodolfo Bohoslavsky (ya fallecido), abrió el juego a una manera distinta de Orientar vocacional y/o profesionalmente, la denominó Orientación Clínica. En ella se refería al trabajo más centrado en entrevistas/sesiones, facilitando un proceso de autodescubrimiento del orientado.
El Counseling humanístico basado en el Enfoque Centrado en la Persona (según el modelo de Carl Rogers), retoma esta idea.

No solo debemos evaluar sus aptitudes y características de personalidad, buscando afinidades con las distintas ofertas de estudio o especializaciones, sino sobre manera generar un espacio de reflexión profunda acerca de la idea de vida que se asocia con tal o cual dedicación laboral.

Es común observar el “ no sirvo para…”, “ no me da la cabeza en…”, “siempre me fue mal en…”, “mi familia no me ve en…”, “no me veo haciendo tal cosa”, “ me parece superficial tal disciplina”, “debo hacerle caso a mis padres”, “tengo que seguir el camino de mi familia”, ”me siento anulado en..”, ”tengo que elegir algo que me de dinero”, entre muchas otras autodefiniciones que indican déficits sobre sí mismo en algunos casos, creencias de imposibilidad en otros, obligaciones vinculadas con el “debe ser social o familiar, o el tengo que”, que dificultan elecciones lo más libres posibles de prejuicios.

Sabemos la inevitable influencia del otro, de lo social, incluso de las modas y de la historia que cada persona transita, muchas veces esto perturba y por lo tanto confunde, por ello conducimos las entrevistas hacia, estar lo menos condicionado posible de estas influencias, y dejarse fluir hacia aquello en donde se visualice que se puede estar más pleno, más a gusto, buscando la coherencia entre lo que se va a hacer con lo que se es y se quiere ser. Cuando se elige que hacer se está eligiendo un modo de vivir, que obviamente se podrá cambiar más adelante, pero el proyecto debe ser coherente con el pensar de que como nos dijo Jean Paul Sartre “uno es lo que hace”.

Se nos consulta también en estados de confusión y angustia por sentir que no se posee una vocación, ante ello es importante aclarar que pocos la tienen de entrada, aquellos que si la sienten sin duda y es poco probable que consulten, aquellos que no la perciben hay que ayudarlos a encontrarla y saber que puede construirse en el devenir del quehacer que se elija.

Si bien he puesto énfasis que cuando se elige que estudiar o formarse se lo hace con la idea que se está eligiendo un modo de vivir y ser siendo en el mundo, esto no debe implicar la negación de la posibilidad de equivocarse y volver a empezar.

Esto lo digo porque hoy es común que muchos jóvenes empiecen un estudio o formación y luego lo cambien, si bien se puede pensar como un fracaso o pérdida de tiempo, es bueno poder pensarlo como exploración libre y que lo que se ha hecho y se deja abra el camino hacia una elección después de haber experimentado. Dicho de otra manera lo hecho, hecho está, y puede ser útil para un mejor darse cuenta.

Sobre el autor
Lic. Andrés Sánchez Bodas
Creador del Counseling en Argentina- Director de Holos San Isidro.
Director de Epoge- Centro para el Desarrollo Humano y Servicios de Counseling.
www.holossanisidro.com

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