Entre los muchos productos que nos brindan las abejas, el polen es uno de los más completos y energizantes.
Las abejas recogen el polen de las flores con sus patas y lo humedecen con néctar dándole forma de pequeñas bolas que transportan a la colmena para alimentar a las abejas obreras. Mediante estos viajes de flor en flor contribuyen, desinteresadamente, a la polinización de muchas especies.

Una fuente natural de salud

El polen contiene, de forma muy completa, todos los elementos indispensables para la vida de todo organismo, elementos que no podrían conseguirse de forma artificial ni con los métodos más sofisticados. La riqueza de este producto natural lo hace un estupendo complemento alimenticio, con gran participación en el mantenimiento de nuestra salud.
Propiedades nutricionales: Debido a su extraordinaria composición, es considerado el complemento alimenticio de más rápido efecto sobre el organismo. Sus propiedades vigorizantes se deben a su intensa acción estimulante. Básicamente podemos decir que el polen reequilibra, estimula, tonifica y desintoxica. Resulta efectivo cuando es necesario mejorar el aporte nutricional (en niños, adolescentes, tercera edad, anemia, convalecencias, anorexia, embarazos, desnutrición, artrósicos, reumáticos, asténicos, enfermos terminales, etc.). Para los diabéticos es un sustituto ideal por su bajo contenido en azúcares y su gran riqueza nutritiva. También es aconsejado como suplemento regular para vegetarianos.
Sistema genitourinario: Es el único nutriente conocido para la próstata, rejuveneciendo y activando este órgano glandular masculino. Es aconsejado en adultos a nivel preventivo. También es efectivo en afecciones de vejiga y riñón. Es probado su efecto como vigorizante sexual, en casos de impotencia y frigidez.
Aparato circulatorio: Por su alto contenido en hierro, aumenta glóbulos rojos. Reduce la formación de placas de colesterol, debido al contenido de ácidos grasos insaturados que actúan en sinergismo con los flavonoides. Su consumo regular fortalece capilares, venas y arterias -revirtiendo el proceso de endurecimiento- y estabiliza la tensión arterial. Por ello se aconseja su uso a partir de los 40 años como preventivo de afecciones cardiovasculares.
Aparato digestivo: Es un singular regulador del tránsito intestinal, tanto en caso de estreñimiento como de diarrea. Es también un excelente regulador metabólico, útil en estados de adelgazamiento y anorexia. Asimismo se lo indica en afecciones hepáticas y en úlceras duodenales.
Sistema nervioso: Es aconsejado en neurastenias, estados depresivos, disturbios de la memoria, insomnio, ansiedad, estrés, astenia psíquica, abstinencia alcohólica o tabáquica, etc. Su contenido en triptófano -aminoácido precursor de la serotonina- es responsable en parte de estos efectos. También el polen aporta mayor resistencia al cansancio intelectual en períodos de intensa actividad mental y visual.
Geriatría: Por sumatoria de propiedades ejerce marcados efectos vitalizantes y regeneradores.
 
Material recopilado
por Vera Alaniz para TodoSalud
Para informarse sobre el producto: info@todosaludonline.com.ar

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