Es una técnica basada en la estimulación facial, para aumentar la circulación sanguínea, regular la parte química del cuerpo y tratar el estado emocional.

El rostro posee mil doscientas terminaciones nerviosas, pertenecientes al Sistema Nervioso Central. Estas zonas reflexológicas se comunican con los órganos internos, las glándulas, el sistema circulatorio, el sistema linfático, y también con los canales energéticos, llamados meridianos por la Medicina China. También se utiliza con éxito en tratamientos cosmetológicos, ya que al presionar y estimular puntos energéticos, logramos quitar tensión a nuestro rostro, logrando que las líneas de expresión también logren aflojarse, y esto nos lleva a representar menos años.

Este método, se podría definir como una combinación de medicina oriental, técnicas primitivas de los aborígenes, e investigaciones modernas de neuroanatomía, que estudian los beneficios de las presiones manuales sobre el rostro y el cráneo. En América, los Incas practicaban Reflexología, los Indios Cherokees de Carolina del Norte en Estados Unidos reconocieron la importancia del mantenimiento del balance físico-emocional-mental-espiritual, a través de la Reflexología. En Argentina, fueron los aborígenes de los Andes, que utilizaron esta terapia facial. Las comunidades indígenas han dado gran importancia no sólo al rostro, sino también a los pies y las manos. 

Con esta técnica logramos: relax profundo, estímulo linfático, liberación de bloqueos, estímulo de los chakras (nuestra energía sutil). Favoreciendo nuestro equilibrio interior.

Como influyen las emociones en nuestra salud:
La ira produce un desequilibrio en el hígado, por lo cual, los síntomas serán:
dolor de cabeza, mareos, distensión abdominal etc. 

Podemos suponer que la alegría es un aspecto beneficioso para nuestra salud, pero tal vez lo que consideramos alegría no es más que una excesiva excitación, que no beneficia nuestro equilibrio interno. Y esta situación produce una excesiva estimulación del corazón, cuyos síntomas son: boca seca y amarga, palpitaciones, rubor facial, etc.
La tristeza puede afectar nuestros pulmones, entonces padeceremos cansancio general, depresión, sollozos, tos, dolor de garganta, constipación, eczemas, asma.

La excesiva preocupación afecta el bazo y sufrimos de fatiga, edema generalizada, etc.. 
Todo lo que nos provoque miedo en exceso afectará el riñón, tendremos depresión. Transpiración nocturna, falta de vitalidad. etc.

He tratado de trasmitirles de una manera muy simple, lo que podemos llegar a lograr con la reflexología facial. Espero que se decidan a iniciarse en esta técnica. 

Sobre la autora
Nora Marrapodi
Reflexóloga Holística 
escuelaholistica_om@yahoo.com.ar 
www.escuelaholistica-om.com.ar

One Comment

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  1. hola, quiero información sobre el curso de reflexologia craneofacial, fechas, costos y días de cursada. duración del curso.
    muchas gracias
    Adriana

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