Respirar en forma completa, consciente, relajada, colabora en la formación de nuestra personalidad.

Cuando realizamos una correcta respiración logramos distender el organismo y el cerebro, y así accedemos a un equilibrio tanto físico como psíquico.

Respirar lenta y profundamente nos da la posibilidad de darnos cuenta de donde está obstruido el paso del aire, para proceder a desbloquear esa zona liberando la emoción contenida.

Después de cada movimiento realizado durante la inspiración, proponemos una pausa para que músculos y articulaciones se ordenen y acomoden, quedando disponibles para un nuevo movimiento luego de la espiración profunda.

Es conveniente que los movimientos se acoplen al ritmo respiratorio de cada uno, y no a la inversa. 
Observando nuestro ritmo respiratorio, experimentamos las dos fases del proceso, el físico y el psíquico.

La respiración no debe forzarse ni contenerse, pues una práctica errónea es perjudicial e incluso puede llegar a ser peligrosa para el practicante. 
Es importante saber esperar, mostrarse abierto, escuchar, soltarse, para que el aire fluya libremente distendiendo y desinhibiendo los órganos de la caja torácica. 

La respiración por la nariz es diafragmática y abdominal, mientras la respiración por la boca es torácica. Cuando inspiramos y espiramos simultáneamente por nariz y boca, ejercemos influencia mas profunda en todo el aparato respiratorio, aumentando la respuesta fisiológica.

Zonas de tensión corporal más frecuentes:

-Región de la cabeza: al distender los músculos del cuello, acompañando con la respiración, mejoran los sentidos de la vista, oídos, nariz, gusto, aumenta la salivación, y la energía vital fluye a lo largo de la columna hasta la base pélvica activando todos los centros de energía. La distensión de los músculos del rostro, ayuda a relajar la lengua, el conducto gastrointestinal. 
*Región de nuca, cuello, hombros y brazos: se acompaña la respiración con movimientos de relajación de la cintura escapular, lo cual ayuda a mejorar la entrada de aire en los vértices pulmonares.
*Pelvis, glúteos, región anal: la relajación de las zonas superiores, permite que se activen las inferiores, produciendo la respiración completa abdominal, que favorece las funciones de evacuación, urinarias, endocrinas, sexuales, etc.   

Sobre la autora
Klga. Susana Berman
Directora de Unidad Kinésica Integral – www.uki.com.ar

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