La salud de las células que forman los tejidos depende de su polarización natural. Esto requiere un mantenimiento constante del equilibrio entre las cargas eléctricas biológicas. La célula viva está constituida por un núcleo celular cargado positivo y una membrana celular externa cargada negativamente.
A medida que la célula realiza sus funciones diarias, se va despolarizando y consume los recursos eléctricos del tejido cerebral. Esta es una de las principales causas del deterioro con el paso de los años. La electricidad animal o galvanismo es generada por el transporte de los electrolitos (sales orgánicas) en todo el cuerpo. La influencia de los imanes sobre el organismo se explica por su propiedad de generar electricidad, lo que impulsa el movimiento de cargas eléctricas en los fluidos orgánicos. Los imanes de campo magnético estático generan corriente eléctrica, lo cual es verificado por su presencia en los motores. Su acción sobre los líquidos en constante movimiento en el interior del cuerpo, genera una corriente. La aplicación de imanes aumenta la capacidad de disolución del oxígeno en el plasma humano y tiene influencia en el equilibrio del pH (potencial de hidrógeno, grado de acidez y alcalinidad). El cambio del potencial eléctrico de las células puede ser disparado por una caída, una herida, secuelas de una enfermedad o toxinas. Los imanes son aplicados directamente sobre la piel y emiten un impulso eléctrico que actúa devolviendo el equilibrio natural a la membrana celular.
Hasta hace pocos años, los científicos creyeron que la vida era sobre todo un proceso bioquímico. La idea que los campos magnéticos podrían influenciar perceptiblemente a los sistemas vivos parecía muy lejana. Las perspectivas han cambiado recientemente y muchos científicos hoy saben que somos criaturas fundamentalmente electromagnéticas. Dado que los procesos orgánicos son influenciados por la naturaleza electromagnética de los intercambios químicos, será necesaria una revisión del paradigma pues no existe reacción química sin un fenómeno eléctrico previo.
La excelencia de la terapia con imanes Sistema Azul Camet ® se explica por su acción sobre la polarización de la membranas. Dado que los imanes son campos magnéticos en sí mismos, no emiten ondas sino que generan corriente eléctrica. Esta corriente es suave, lenta y continuada. Llega a todos los niveles y regiones del cuerpo, alcanzando a todas las células, sosteniendo y recargando su potencial eléctrico. Produce leves estímulos eléctricos que influyen sobre el metabolismo orgánico. Reduce los efectos del envejecimiento pues conserva el equilibrio eléctrico de las células. La influencia de los imanes sobre el organismo se explica por su propiedad de generar electricidad, lo que impulsa el movimiento de cargas eléctricas en los fluidos orgánicos. Sus beneficios se perciben rápidamente en el sistema circulatorio y el linfático. Cuando se aplican imanes, se produce un estado de relajación mental y bienestar físico.
El Sistema Azul Camet ® de tratamiento por imanes se compone de un conjunto de técnicas y protocolos para los tiempos que vivimos; atiende los problemas de salud que surgen a causa del desorden molecular, la contaminación ambiental y el desequilibrio del potencial eléctrico celular. Posibilita la detención del deterioro físico porque el organismo es perfecto y la enfermedad es sólo un desorden informático. En resumen, hace falta organizar los archivos del “software” biológico para recuperar el orden perdido.
Sobre la autora
Lic. Graciela Pérez Martínez
Experta en Biomagnetismo y creadora de la Terapia con Imanes AzulCamet
azulcamet@azulcamet.com.ar
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