Para lograr una adecuada alimentación, se debe saber que: Los alimentos aportan energía (calorías), si el consumo de éstas se encuentran en equilibrio con nuestro gasto diario no vamos a tener problemas.

De igual importancia es la relación que debe existir entre los tres macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas) para que no se produzcan desequilibrios. La relación en su alimentación diaria debería ser de 55% de hidratos de carbono, 30% de grasa y 15% de proteínas, siempre y cuando no sufra de alguna enfermedad que implique una modificación.

También entendamos que por cada gramo de alimento los hidratos de carbono aportan 4 (cuatro) calorías, las proteínas 4 (cuatro) calorías, las grasas aportan 9 (nueve) calorías y el alcohol 7 (siete) calorías.

El alcohol aporta las calorías llamadas vacías. ¿De qué estaríamos hablando? Es sólo energía a consumir por nuestro organismo sin aporte de vitaminas y minerales. Debemos ingerir alimentos que puedan cumplir funciones en nuestro organismo. Y por último, cumpliendo con lo que detallamos se debe tratar de vincular íntimamente con su estilo de vida, evitando llegar a las elecciones sencillas, las cuales en su mayoría aportan un alto contenido calórico.

Esto se conoce como “Leyes de la nutrición”: ley de cantidad, ley de armonía, ley de calidad y ley de adecuación (a su estilo de vida).

Si cumple con ellas tendrá una excelente nutrición y podrá comer todo lo que desee sin ningún tipo de impedimento. Para un profesional de la alimentación lograr hacer cumplir cada una de las leyes no debería ser para nada difícil. Se puede adecuar a la persona, suministrar la cantidad de energía necesaria para su gasto diario, y lograr armonía entre hidratos, proteínas y grasas.

¿Pero la calidad está garantizada? ¿Cómo puede saber un profesional de la alimentación si el alimento que seleccionó contiene la cantidad de nutrientes reales? ¿Cómo se puede saber si el alimento contiene residuos de contaminación debido a productos químicos? ¿Es la misma calidad la de los alimentos de la actualidad comparados con los de hace 50 años atrás? 

Hay alternativas y de las más importantes que existen es la utilización de microalgas Spirulina:

La Spirulina es una alga microscópica azul-verde, rica en vitamina B12 (tres veces más que el contenido de la carne bovina), así como también casi todas las vitaminas restantes del mismo grupo (B1, B2, B3 y B6 en importantes cantidades).

Completan su composición química vitamina E, inositol, ácido fólico, biotina y ácido pantoténico. Cuenta además con beta-caroteno pro-vitamina A (30 a 50 veces más que la zanahoria).

Tiene una concentración entre el 55 y el 70% de aminoácidos dentro de los cuales contiene los 8 (ocho) aminoácidos esenciales, los cuales deben ser ingeridos ya que no pueden ser sintetizados por nuestro organismo y casi la totalidad de los no esenciales (12).

La digestibilidad varía entre el 88 y el 92% (promedio 90%), resultando que su biodisponibilidad duplica la de cualquier alimento.

El perfil lipídico (grasas) es bajo entre el 4 y el 7%, sin embargo predominan los Omega 3 y Omega 6. Su contenido mineral es sumamente rico en: Calcio, Magnesio, Fósforo, Hierro y Zinc, además de micro dosis de Cobre, Cromo; Manganeso, Germanio y Selenio.

La biodisponibilidad del Hierro es del 60% mayor que cualquier otra forma conocida de administración de ese metal al organismo.

La Organización de las Naciones Unidas recomienda su utilización. Tanto o más importante a los aportes nutricionales de Spirulina es la calidad de la misma. Desde su cultivo hasta nuestro consumo es necesario que haya sido expuesta a las más altas normas de control y calidad, evitando entre otras cosas procesos como la irradiación común en alimentos de los cuales no se conoce el origen. La utilización de Spirulina suple esa falta de calidad, presente en la actualidad en diversos alimentos que consumimos.

De esta manera estaremos evitando cualquier tipo de déficit de nutrientes mejorando así la calidad de vida.

Sobre el autor
Lic. Leandro D. Orselli
Licenciado en Nutrición (Mat. Profesional N°643). 
Especialista en Nutrición renal y administrativa. 
Departamento científico Hydro-Grow® Laboratorios
Para mayor información ingrese a:
http://spiruline.com.ar/publicaciones

*REFERENCIAS
-Dr. Strembel Sourigues, Carlos A.; Lic. Strembel, Eric G. Que son las algas Spirulina. Biblioteca de Ciencia, Técnica y Nutrición – Hydro-Grow® Laboratorios – Ficha N 1. Actualización 2008.
-Gil Hernández, A. Ed. Tratado de Nutrición. SENPE. España, 2005.
-Gershwin, M.E., Belay, A. Spirulina in Human Nutrition and Health. CRC Press, 2008.
-Fox, R.D. Spirulina: Production & Potential. Edisud, 1997.
-Natural Standard Monograph. Spirulina. 2008. Natural Standard Inc.

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