Terapia floral

En la actualidad existen gran variedad de terapias consideradas alternativas, no obstante no son más que el complemento a los tratamientos tradicionales de la medicina alopática. El término acuñado “alternativo” se debe a que por lo general estas disciplinas y sus asociaciones, persiguen el objetivo de mejorar el bienestar físico y emocional del paciente mediante técnicas aún no incorporadas o en forma menor a las prácticas habituales.
La terapia floral desarrollada en sus comienzos por el médico homeópata y bacteriólogo inglés Edward Bach consiste en la utilización de esencias extraídas de las flores que disponen impulsos de energía de altísima vibración. En la actualidad existen diversos sistemas desarrollados con posterioridad que involucran otras variedades florales y no florales de distintos orígenes (Australia, EE.UU., España y otros países europeos, etc.).
Al igual que sucedió con la homeopatía de Hahnemann, los cambios en nuestra conciencia, hábitos, formas de vida y en nuestro mundo, han ejercido una influencia significativa en la evolución de la terapia floral. De esta manera surgen sistemas florales complementarios con las esencias originales de Bach, que permiten en algunos casos un enfoque de mayor especificidad, una más rápida recuperación y una ampliación del abanico terapéutico con la posibilidad de tratar con mejor eficiencia otro tipo de trastornos como por ejemplo de índole físico específico.
Aspectos importantes que evolucionan constantemente en nuestra sociedad como las capacidades de aprendizaje, la creatividad, la sexualidad, la comunicación y la espiritualidad, son a tener en cuenta, por lo tanto teniendo un amplio conocimiento y complementando los sistemas puede lograrse un mejor efecto terapéutico con un enfoque integrador. Surge en este punto la necesidad de comentar que el desarrollo de la terapia por esencias florales no se limitó a un tratamiento físico o mental, sino que se basó actuar sobre los múltiples planos interactivos del ser humano. Edward Bach dijo al respecto: “La enfermedad es el resultado en el cuerpo físico de la resistencia de la personalidad a la guía del alma. Aparece cuando nos volvemos sordos a la voz interior y olvidamos la divinidad que está en nosotros, cuando tratamos de forzar nuestros deseos sobre los demás o permitimos que sus sugerencias, pensamientos y órdenes nos influyan.”
Esta diferencia completa con los tratamientos convencionales ya sea con fármacos o técnicas médicas, los cuales actúan exclusivamente en el plano físico de la patología celular, es la que le permite ser a la terapia floral el complemento ideal a todos las prácticas, posibilitando su acción en conjunto. También cabe destacar la perfecta complementariedad con terapias alternativas como el Reiki, Reflexología, Dígitopuntura, Acupuntura, entre otras, lográndose en la mayoría de los casos mejores resultados.
La medicina floral es una medicina natural sin contraindicaciones y sin efectos secundarios, la cual se basa en la concepción de no priorizar la enfermedad sino al enfermo. Pueden tratarse a bebés, niños, adolescentes, adultos y ancianos; incluso animales y plantas. Tal es el caso que la Organización Mundial de la Salud la reconoce como una terapia natural que permite ayudar a la prevención y complementar el tratamiento de enfermedades.
Sobre la autora
Melina Kopaitich
Terapeuta Floral
Facebook: terapeutika.rosario

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