Mujer tirada en el piso sin várices

Los que más deben tener cuidado de no sumar factores de riesgo de várices son ciertas personas que tienen una tendencia de orden genético a que su tejido conectivo sea laxo, se “estire” o se afloje.
Estas personas tienen mayor propensión a tener pie plano, hemorroides, prolapsos, hernias y várices.
Las cosas que son malas para las arterias no siempre lo son para las venas, pero si nos mantenemos con mejores valores de glucemia, colesterol y tensión arterial y no tenemos sobrepeso, vamos a sentirnos mejor. El exceso de colesterol y el cigarrillo no están entre los factores de riesgo de las várices, aunque sí lo sean para enfermedades muy graves de las arterias de las piernas, como las obstrucciones arteriales con placas de ateroma. Los cambios de niveles hormonales de la mujer producen riesgo de várices en el embarazo y hay una relación directa entre los derrames venosos y el consumo de anticonceptivos. Ninguna mujer que toma anticonceptivos debe fumar porque aumenta su riesgo de sufrir trombosis y tromboflebitis. Lo mismo vale para las terapias de reemplazo hormonal. Con respecto a la menopausia se está aún investigando cómo las distonías neurovegetativas de la menopausia pueden producir derrames o arañitas.
El estreñimiento es perjudicial para las venas de las piernas, lo mismo que cualquier actividad que provoca un sobreesfuerzo de la musculatura abdominal. Se deben consumir fibras que favorezcan la evacuación.
Es importante hacer énfasis en el cuidado de los pies, debido a que están sometidos a una actividad diaria que los predispone a sufrir traumatismos e infecciones. Para cortar las uñas, corte las uñas en forma recta permitiendo que las esquinas de las uñas queden libres. Examine pies y calzado antes y después de realizar prácticas deportivas o caminar largos trayectos.
Tres veces por semana, es muy conveniente hacer ejercicio. Son recomendables todos los ejercicios que impliquen traslación, como el jogging, el trote, la caminata y la bicicleta, sea fija o móvil. Todos ellos favorecen el retorno venoso.
Utilice calzado adecuado, cómodo y liviano, evitando los zapatos apretados o descubiertos que predispongan al trauma, y zapatos de material sintético como el plástico, debido a que este material obstaculiza la transpiración y predispone a las infecciones, sobre todo por hongos como pie de atleta. Las medias utilizadas no deberán apretar como una cincha la pierna, eso generaría una obstrucción en el vaso sanguíneo.
Sobre el autor
Dr. Miguel Ángel Gramajo Booth
Médico flebólogo universitario.
www.nuevaflebologia.com.ar

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