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Adaptar la vivienda para su seguridad

La organización de nuestra vivienda y la disposición de los objetos dentro de ella se vuelven un reto cuando nuestros familiares mayores la habitan. Cada mínimo detalle que este descuidado puede representar un verdadero peligro para su seguridad.

La adaptación de la vivienda dependerá en cada caso del grado de incapacidad de la persona mayor que la habita así como del grado de pérdida de autonomía que tenga. Las adaptaciones universales son respecto a la instalación eléctrica, los pisos, la organización del mobiliario, el salón, el baño, el dormitorio, la cocina e incluso hasta el teléfono, y por supuesto es de gran importancia la medicación.

Respecto a la instalación eléctrica debemos asegurarnos que los cables no estén en lugares de paso, asegurar los enchufes e instalar interruptores. Los pisos deben ser lisos y antideslizantes y procurar eliminar las alfombras. La disposición de los muebles debe ser tal que no dificulte el paso y de ser posible que los bordes de los mismos sean redondeados para evitar accidentes.

Obviamente hay un mayor inconveniente si la persona debe trasladarse en silla de ruedas ya que necesitara mayor espacio libre de objetos. El baño es un área de fundamental importancia sobretodo la bañera o ducha donde es indispensable la colocación de plásticos antideslizantes y el uso de barras de un color que contraste con el de la superficie de la pared, tanto en la ducha, como en el inodoro para que la persona se pueda sujetar.

El dormitorio debe ser espacioso, es decir, no colocar la cama contra una pared, tampoco ubicarla frente a una ventana para evitar molestias a las personas con problemas de visión, pues la luz de que entra por ella puede ser muy fuerte. La cama no debe ser ni demasiado alta ni muy baja para que resulte más fácil levantarse y acostarse. La altura mínima recomendable es de 45 cm. El teléfono y el interruptor de la luz deben ser de fácil acceso y la mesita de luz lo mas estable posible. En la cocina no debe haber estantes muy altos ni demasiado bajos, la altura ideal es la comprendida entre 40 cm. y 1,5 m del suelo. Los utensilios como vasos, tazas, platos y cubiertos en lo posible deben ser de plástico para que no resulten peligrosos.

Utilizar sillas estables y pisos antideslizantes. Y el microondas debe permitir calentar todo tipo de platos. Algo imprescindible es el teléfono, ya que debe estar adaptado a la persona mayor, por ejemplo, en el caso de tener deficiencias visuales los mismos deben tener los números muy grandes y en el caso de deficiencias auditivas la capacidad de regular el volumen. El uso del manos libres para hablar sin descolgar el teléfono. Y finalmente llegamos a un punto muy importante que es la medicación. La misma debe tener perfectamente destacado el nombre de su contenido en el exterior. Deben ser controladas las fechas de caducidad a diario y en lo posible tener un pastillero que permita contener la medicación del día o de toda una semana ordenadas de lunes a domingo y en tomas de desayuno, almuerzo, merienda o cena.

Adaptar la vivienda para nuestros mayores es ayudarlos a vivir mejor.

Para TodoSalud escribe
Patricia Pérez
patriciainesperez@hotmail.com

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