La accesibilidad en los destinos turísticos argentinos presenta importantes barreras arquitectónicas y sociales.
En un trabajo realizado por el arquitecto Barroso explica que la accesibilidad al turismo, no choca solamente con los límites del mundo físico (de tipo arquitectónico o urbano) sino que también se mezcla con barreras del medio cultural, que es una limitante para la autonomía de muchos en el pleno goce del turismo.
Entre aquellas personas que encuentran algún tipo de limitación tenemos a:
• Los niños , que deben encontrarse bajo un estricto control de sus padres
• Tercera edad (correspondiente al 12% de la población argentina)
• Discapacitados transitorios (embarazadas, enyesados, discapacitados viscerales, etc)
• Personas que padecen alguna deficiencia (aquellas que perdieron algunas de sus funciones psicológicas, fisiológicas o anatómicas).
La primera actitud en pos de facilitar el acceso al turismo de este sector de la población es la solidaridad.
Si hablamos de los servicios turísticos (alojamiento, recreación, gastronomía) debemos exigir un personal capacitado psicológicamente y con practicidad para el trato con el turista; en síntesis tomar las siguientes recomendaciones (no solo el personal de contacto, sino cualquier persona):
• Ponerse en su lugar, comprenderlos a ellos y a su mundo peculiar
• Tomar una actitud mental positiva, viendo en el discapacitado sus fortalezas, es decir, lo que le queda y no lo que le falta; considerarlos como personas humanas de igual valor que los demás.
Con la salvedad de que no es posible un turismo accesible sin el concepto de solidaridad, también debemos tener en cuenta el desarrollo del servicio en lo que tiene que ver con las características físicas:
En la hotelería porteña solo los hoteles 4* y 5* tienen algún tipo de adaptación a este tipo de mercado:rampas de acceso para personas con movilidad reducida en su mayoría, y en menor medida, habitaciones adaptadas para discapacitados (pasillos con un ancho respetable para el paso de 2 sillas de ruedas, ascensores que permitan la movilidad de la misma, puertas y baños de las habitaciones con accesibilidad, así como también tener en cuenta otro tipo de padecimientos, como teléfonos de textos para personas hipoacúsicas, etc).
En la Argentina encontramos destinos en los que se puede realizar distintos tipos de actividades de turismo salud que contemplan un turismo accesible:
• En el interior del país, en hotelería es muy difícil encontrar un servicio que tenga una infraestructura adaptada; pero con respecto a la salud se trabajan actividades como el Yoga terapéutico: actividad que hace consciente funciones como la respiración, la actividad corporal, la relajación y el pensamiento positivo creando un estado de calma, especial para problemas de columna, articulaciones, embarazadas, diabéticos, etc.
• Los centros de energía (como las sierras) y los termales, como “centros de salud” en sí mismo, están comenzando a incorporar estas recomendaciones como forma de incorporar a un tipo de turismo olvidado por mucho tiempo.
Este segmento de información no tiene como objetivo la crítica, sino la sensibilización de la población.
Sobre los autores:
Elena Ratycz –Master en yoga
www.energiaenyoga.com.ar
Daniel Sist – Barrancas de Brochero Apart
www.barrancasdebrochero.com.ar
barrancasdebrochero@hotmail.com