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Kiwi

De origen chino, su popularidad se extendió a diversos rincones del mundo, siendo el primero Nueva Zelanda, país donde adoptó el nombre con el que actualmente se le conoce gracias al ave nativa cuyo curioso plumaje semeja a las “vellosidades” del citado fruto, además de que éste es también su alimento básico.
A su vez, hoy día su cultivo se concentra principalmente en países de clima mediterráneo como Italia, Francia, Estados Unidos, Chile y Argentina. Perteneciente a la familia de las actinidias, el kiwi procede de enredadera que puede alcanzar altura aproximada de 4 metros, cuyos frutos pesan aproximadamente entre 50 y 90 gramos, poseen forma ovalada con piel marrón cubierta por fina pelusa que encierra en su interior la pulpa verde brillante y diminutas semillas negras comestibles dispuestas en torno al corazón amarillento.
Es de moderado aporte calórico, por su cantidad de hidratos de carbono. Destaca su contenido en vitamina C; más del doble que una naranja, y vitaminas del grupo B, entre ellas el ácido fólico. Así mismo es rico en minerales como potasio, magnesio y fibra, soluble e insoluble, con un potente efecto laxante. La fibra mejora el tránsito intestinal. La vitamina C interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. El ácido fólico colabora en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis material genético y la formación anticuerpos del sistema inmunológico. El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante. El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
Su sabor dulce y ligeramente ácido recuerda la mezcla de durazno, fresa y melón con suave y jugosa textura. Existen más de 400 variedades, de las cuales destacan:
•Hayward. Es la especie verde más conocida y solicitada en el mercado (presente de octubre a mayo); su peso puede llegar hasta 100 gramos y tiene exquisito sabor e inmejorable calidad.
•Gold. Es el tipo dorado, resultado de diversos cruzamientos hechos en Nueva Zelanda. Se cosecha de mayo a noviembre y su piel, de color oro oscuro, no está recubierta por pelusa. La pulpa ofrece atractivo matiz amarillo y su sabor es dulce, con ligero toque cítrico; el aroma recuerda a mezcla de mango, melocotón y melón.

Hallazgos recientes

El kiwi está compuesto principalmente por agua, así que es poco calórico (54 calorías por cada 100 gramos), pero esto no es tan significativo como los resultados de cierta investigación conducida por científicos de la Universidad de Oslo, Noruega, la cual ha demostrado que comer 2 ó 3 piezas al día otorga los mismos beneficios que tomar una tableta de ácido acetilsalicílico para mejorar la salud del corazón, ya que ayuda a adelgazar la sangre, reducir la formación de coágulos y disminuir la grasa causante de bloqueos (colesterol).
A su vez, análisis realizados por la Universidad de Rutgers, en el Reino Unido, evaluó varias frutas para determinar cuáles aportan mayor valor nutritivo, encontrando que entre los 27 de mayor consumo el kiwi es de lo mejor, ya que contiene:
•Vitamina C
Una pieza cubre las necesidades diarias de adultos y niños, pues supera las propiedades de la naranja, defendiendo además al organismo de posibles infecciones (resfriados, gripe) y favoreciendo la absorción de hierro, por lo que previene de anemia y conserva en buen estado huesos y vasos sanguíneos.
•Potasio
Controla la actividad del corazón y trabaja con el sodio para mantener el equilibro de fluidos en el cuerpo. El fruto referido posee este mineral (450 miligramos) superando al plátano (370 miligramos).
•Magnesio
Se relaciona con el funcionamiento del intestino, nervios, músculos, huesos y dientes.
•Vitamina E
Potente antioxidante que protege a las células del proceso de envejecimiento, reduce el riesgo de padecer enfermedades del corazón y cáncer.
•Ácido fólico
Colabora en la producción de glóbulos rojos y blancos, por lo que su carencia puede contribuir a algunos problemas de anemia, siendo de especial importancia durante el embarazo, protegiendo contra defectos de nacimiento.
•Luteína
Antioxidante que puede reducir el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad avanzada. En reciente estudio se encontró que las propiedades del kiwi están por encima de las espinacas y todas las demás frutas y verduras, excepto el maíz amarillo, en su contenido de este elemento.
•Fibra
Este fruto es excelente fuente de fibra dietética, en forma tanto soluble (la cual desempeña función protectora en enfermedades del corazón y diabetes) como insoluble, misma que ayuda a prevenir estreñimiento, diverticulitis y hemorroides.
Para TodoSalud
Vera Alaniz
Fuente: www.consumer.es

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