Debemos conocer la eficiencia energética de la máquina y cuánta agua consume en cada lavado.
Lo cierto es que en los últimos años han cambiado mucho las cosas en el mundo de los lavarropas y es muy difícil que un modelo antiguo esté a la altura de los actuales. Los aparatos de la década de 1960 precisaban de 200 litros de agua por lavado. A principios de los años noventa, la cantidad se redujo a 70 litros. En la actualidad, se ha alcanzado un consumo de 35 a 50 litros por lavado. Aunque los avances han sido enormes, no se detienen. Existen prototipos que pueden usar el agua en varias coladas y otros que prácticamente no la necesitan. Lo veremos en el futuro, pero otras innovaciones que ya se conocen pueden tener consecuencias negativas. Como los que disponen de nanopartículas de plata para desinfectar la ropa.
Además de elegir un modelo eficiente y sin adelantos innecesarios, es importante el uso que damos a la máquina. Hay que tener en cuenta que la ropa ligeramente sucia, así como la ropa de color y los tejidos sintéticos sale limpia seleccionando el programa de 30 o 40 ºC. El consumo de electricidad es la mitad que si se efectúa a 60ºC. El consumo de agua y energía son proporcionales: Cuanto menos agua se emplee, menos energía se consume para calentarla (el 90% de la electricidad se destina a elevar la temperatura y el 10% restante, a girar el tambor).
Máquina a tope
A la hora de elegir una máquina, es importante tener en cuenta las calificaciones parciales y otros datos: el consumo energético, la eficacia de lavado, la eficacia de centrifugado, la capacidad de carga y el consumo de agua. Así dispondremos de más elementos de comparación para realizar una buena y ecológica compra. Las lavadoras con carga frontal son en general más eficientes que las de carga superior: gastan un 40 por ciento menos de agua y de un 30 a un 50 menos de energía eléctrica. Además, alcanzan mayores velocidades de centrifugado. Se recomiendan los modelos que alcanzan las 1.200 revoluciones sin utilizar secarropas ya que cuando hace buen tiempo, podemos elegir una velocidad baja y colgar la ropa al sol. Forma parte del uso eficiente realizar lavados de media carga que tienen corta duración ya que con el tambor lleno los lavados suelen durar más de una hora. Así ganaremos tiempo y dinero ya que usaremos menos electricidad. Además tendremos la ropa siempre limpia.
Sobre la autora:
Vera Alaniz
Para TodoSalud