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Tomar a los padres… ¿Para qué?

Acuden al consultorio quejándose de sus padres. Recordando de su vida de niños y de no tan niños escenas de dolor, abandonos, descalificaciones, falta de habilitación, desconfirmaciones, y hasta a veces violencia o abusos psicológicos o sexuales.
Entonces llega el momento en que hablamos de la necesidad de tomar el amor de los padres biológicos. Caras de asombro, de “vos no entendiste nada de lo que te conté”, de “pero no te dije que mi papá me abandonó”, de “mi mamá me dio en adopción”, de “como querés que lo perdone si él no me quiso”, de “cómo voy a tomar lo que un hubo”, etc., etc., etc.
Cuesta entender que el amor de los padres, es el de habernos dado la vida y no del trato que nos dieron, ni la forma que nos educaron, ni las carencias afectivas que tuvimos, ni las preferencias que tuvieron nuestros padres, ni las peleas entre ellos, ni los ejemplos que nos dieron. Amor es igual a vida y si de algo estamos seguros es que nuestros padres nos dieron la vida. Y de que nuestra madre puso en riesgo su vida para que nosotros naciéramos.
Ser madre no implica un seguro de sanidad física o psíquica, ni un seguro de moralidad, ni de buen gusto, ni de vida eterna, ni de ejemplo de vida, ni de sabiduría.
Madre es la que da la vida y esa mujer con ese hombre que es nuestro padre hicieron que estemos en la vida. Hay mujeres que saben que pueden morir en el parto y siguen adelante con su embarazo, hay mujeres alienadas que dan vida. Somos lo que somos porque nuestros genes tienen el 50% de mamá y el 50%de papá. Hellinger dice que somos el 100% de nuestra madre y el 100% de nuestro padre.
¿Si vivimos gracias a ellos, porqué no tomar con todo esa vida? Creemos muchas veces que nos hicimos solos, que si no fuera por nuestra madre o nuestro padre seríamos mejor. Nada más alejado de la realidad. Si no fuéramos quienes somos no seríamos, no habríamos nacido.
Creer que nos hicimos solos es un acto de arrogancia, tal como es el creer que nosotros somos más grandes que nuestros padres. Si no tomamos a nuestros padres es que aún no hemos tomado la vida. Podemos enfermarnos, fracasar en la vida, en el trabajo, con nuestras parejas y con nuestros hijos. Hellinger nos dice que la pareja es la madre y no podremos ser felices con el otro, hasta que no tomemos el amor de nuestra madre.
Los problemas alimenticios, el cáncer de mamas son temas que hablan de no haber tomado a la madre. La depresión. Todos los síntomas o enfermedades del lado izquierdo del cuerpo. Lo mismo la dificultad con el dinero y el éxito. Muchas veces escuchamos en un enfermo de cáncer “prefiero morir antes de inclinarme y honrar a mi madre”. Las dificultades laborales, profesionales están relacionadas con no haber tomado al padre. Lo mismo todos los síntomas y enfermedades del lado derecho del cuerpo. También los problemas óseos.
Estos son sólo algunos ejemplos de cómo sin quererlo llevamos incluidos a nuestros padres que quisimos excluir de nuestra vida.
Tomar a nuestros padres es tomar la vida y empezar a vivir nuestro destino. No tomarlos es seguir enredados e implicados en sus destinos. La teoría y técnica de las Constelaciones Familiares de Bert Hellinger nos ayuda a través de la búsqueda de nuevas imágenes y el uso de frases sanadoras a poder tomar el amor de nuestros padres y a partir de allí empezarnos a hacer responsables de nuestra propia vida y de nuestro propio destino.
Sobre la autora:
Lic. Alicia Mabel Alfuso
Terapeuta Floral- Astróloga Humanística
Facilitadora en Constelaciones Familiares
Psicóloga Social – Reiki Master
www.mirada-terapeutica.com.ar

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