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Melisa

Originaria de Europa y del Asia Central se extendió a todo el mundo debido a que puede crecer en estado silvestre en terrenos ricos en materia orgánica y en lugares frescos y sombreados. Se puede cultivar fácilmente. Las hojas y flores deben recogerse durante la floración. El material recogido debe secarse a la sombra y guardarse en recipientes herméticos y bien limpios.
La melisa se ha constituido como un remedio natural excelente para reequilibrar el sistema nervioso, superar la irritabilidad y la angustia, y calmar la ansiedad y los nervios.
Dicen que con sólo olerla, la melisa es capaz de relajar y templar los ánimos. El médico árabe Avicena aseguraba que tenía el poder –y la virtud- de alegrar el espíritu y eliminar la tristeza.
 Beneficios de la melisa
Es útil para combatir estados nerviosos al ser tanto ligeramente hipnótica como sedante, sobretodo en caso de ataques de ansiedad puntuales, hiperactividad, irritabilidad, o alteraciones del sueño.
Cuando las migrañas están producidas por un cúmulo de nervios, la melisa es capaz de aliviarlas.
Ayuda a controlar la tensión arterial, reduciendo además las palpitaciones nerviosas.
Pero además de los beneficios que sobre la ansiedad y los nervios tiene esta planta, muy pocos son los que conocen otra larga lista de importantes propiedades.
Puede ser capaz de disminuir tanto el dolor cervical como el lumbar, e incluso calmar los dolores asociados con la menstruación, ayudando en su regulación.
Si tenemos una digestión pesada o difícil, la melisa elimina las náuseas y la sensación de mareos, al ser digestiva y anticarminativa, favoreciendo así la asimilación de los alimentos, previniendo la formación de gases y el mal aliento.
Es ligeramente astringente, por lo que puede ser buena para atajar diarreas ocasionales.
En casos de fiebre o enfermedades respiratorias, es antiséptica y antiviral, ayudando por ejemplo a bajar la fiebre.
Además de tratar el nerviosismo, la mala digestión y la sobrecarga del hígado. La melisa protege el corazón.
En situaciones de estrés tiene la propiedad de restaurar el equilibrio personal, tranquiliza el músculo cardíaco y restablecer el ritmo normal del corazón, fortifica y ayuda a relajar los músculos y evita la aparición de nuevos espasmos no solo en la parte externa sino también en el aparato digestivo. Se recomienda infusión 3 o 4 vasos al día. Las infusiones después de las comidas ayudan a digerir mejor los alimentos. Los retortijones de origen nervioso del estómago o cólicos intestinales pueden también calmarse mediante tisanas realizadas con las flores y las hojas de esta planta.
Es aconsejable en los casos de insomnio tomar un vaso de infusión media hora antes de irse a la cama.
Para realizar la infusión hay que echar agua hervida en una taza con hierba de melisa seca y dejarla descansar por 15 minutos antes de consumir.
En tu jardín
Cultivar melisa es muy fácil. Las plantas no son exigentes con respecto a dónde crecen y crecerán en casi cualquier suelo, pero prefieren un suelo rico y bien drenado.
Las plantas de melisa crecerán en sombra parcial o a pleno sol, pero florecerán mejor a pleno sol. Al igual que otras hierbas aromáticas, no se recomienda fertilizar la melisa, ya que esto puede reducir la intensidad de su aroma.
Se propaga fácilmente a partir de semillas, esquejes o divisiones de plantas.
Es una gran bendición en el jardín, ya que esta hierba perenne atrae a las abejas y otros polinizadores beneficiosos, mientras que el fuerte olor cítrico disuade a varias plagas no deseadas, incluidos mosquitas y mosquitos.
Para TodoSalud:
Vera Alaniz
Fuente:
www.cosasdeljardin.com
 

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