Efectos telúricos
Derivada de los vocablos «geo» (Tierra) y «pathos» (enfermedad, sufrimiento) la palabra geopatía se utiliza para denominar aquellos lugares, en los que tras largas permanencias sobre los mismos, pueden contribuir a la evolución degenerativa de una enfermedad e incluso a ser la causa directa de la misma.
- Por corrientes de agua subterránea.
Las geopatías naturales son las más nocivas. Se producen solo por agua en movimiento. La presencia de agua en el subsuelo disminuye el valor del campo magnético terrestre y aumenta la radiación gamma (radiactividad). Su área de influencia es en función del tamaño de su caudal, cuanto mayor sea éste más amplia será la zona afectada en la superficie. El efecto principal recae sobre las defensas del sistema inmunológico de quien habita en su radio de influencia.
- Por líneas Hartmann.
Llevan el nombre de su descubridor, el doctor Ernst Hartmann. Son emanaciones energéticas que la Tierra emite hacia la atmósfera, se organizan como una red cuadriculada de dimensiones más o menos constantes de 2 x 2,5 metros, que se extienden sobre toda la superficie terrestre, hasta más de 2.000 metros de altura en sentido Norte – Sur y Este-Oeste. El efecto patológico se concentra básicamente en los cruces de líneas. Crean principalmente trastornos nerviosos, procesos inflamatorios y agudos. Siendo inevitable que un dormitorio tengan uno o más cruces, es absolutamente imprescindible evitar tener la cama, (donde más tiempo se está) sobre un cruce.
- Por líneas Curry. La red Curry.
Igual que la red Hartmann cubre la Tierra, pero su orientación es diagonal en sentido Noreste-Suroeste y Noroeste-Sureste formando una cuadrícula que oscila entre 6 y 8 metros de línea a línea. Los puntos más patógenos son los cruces de líneas y su intensidad es superior a la de los Hartmann.
¿Por qué hay que cuidarse de las geopatías?
Diversas investigaciones señalan que las radiaciones patógenas perjudican los procesos bioquímicos y energéticos del cuerpo humano afectando primordialmente a las células del sistema inmunitario e incidiendo también sobre el sistema nervioso, endocrino y hormonal. La exposición a esta contaminación durante largos períodos de tiempo puede derivar en enfermedades crónicas
La medicina tradicional china y el Feng Shui explican el efecto geopático de las radiaciones naturales a través del sistema de meridianos y puntos de acupuntura. En términos de energía Yin y Yang, los efectos Yin que puede desencadenar la exposición a las “venas del dragón” (corrientes de agua subterránea) o los efectos Yang de las “salidas de demonios” (radiaciones provenientes de fisuras y rupturas del entramado del subsuelo)
Desde hace muchos años, el Instituto Suizo de Investigaciones de Geobiología de Chardonne, dirigido por Blanche Merz, realiza estudios médicos sobre las nocividades relacionadas con los cruces Hartmann y otras aberraciones telúricas. Han encontrado que, en la mayor parte de los casos, basta con desplazar la cama de los enfermos para constatar una mejora de su estado, iniciándose un proceso de curación.
Desde la antigüedad que el hombre tiene conocimiento de la existencia de radiaciones nocivas emanadas por el planeta y de los perjuicios que estas traen sobre la salud de los seres vivos al exponerse a ellas por mucho tiempo, por lo que ha buscado la forma de neutralizarlas.
Muchas zonas nocivas dejan los ambientes ionizados positivamente (+) provocando en las personas que duermen o permanecen mucho tiempo sobre ellas cansancio, ojos irritados, dolores musculares, insomnio, nerviosismo, despolarización de las células, cáncer, etc. Recordemos que lo que se encuentra sobre la vertical de una geopatía es una mezcla de pequeños elementos nocivos para la salud y que a la larga podrían ser letales para el ser humano, como por ejemplo los rayos x, los rayos gamma y rayos infrarrojos entre otros.
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