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Secretos familiares

Los secretos familiares hacen referencia a los acontecimientos traumáticos (violación, incesto, maltrato, aborto, suicidio, trastorno mental, etc.) ocurridos en una familia, son escondidos porque se avergüenzan o se culpan de ellos y se ocultan con tanto esmero y recelo incluso a parte de la familia y trascienden por generaciones, causando problemas biopsicosociales a la descendencia.
Los secretos familiares integran parte de la cotidianidad de las personas y, por tanto, se han convertido también en un elemento constitutivo de las dinámicas familiares. Además forman parte de la intimidad de los miembros de la familia.
Los secretos familiares consisten en silenciar una información o en ocultar un hecho o acontecimiento que ha ocurrido. Unas personas conocen el hecho y poseen la información, mientras que otros lo ignoran. Por lo tanto, se es portador de un secreto o se está excluido o se es víctima.
El secreto familiar se entiende como un producto de la intimidad que se desarrolla en los vínculos del sistema familiar, pero además funciona como un mecanismo defensivo que permite protegerse a sí mismo u a otros del exterior.
Todas las familias tienen secretos porque ocultan algún suceso de algún antepasado que resulta doloroso y del que abominan o se arrepienten. Estos secretos, llamados “secretos turbios” están cargados de intensos sentimientos de temor, vergüenza y culpa, y limitan la entereza y la libertad de los miembros de la familia.
Los secretos familiares no influyen en todos los descendientes de la misma forma ni con la misma intensidad, ya que depende del evento traumático, de la duración del trauma, de cómo afectó y afecta a la familia, de la posición que ocupa el miembro en la familia, de la autoridad y aquiescencia que tuvo cada antepasado y de su influjo en la familia actual. Además también interviene en el padecimiento el hecho de ser conocedor o no del secreto. Así, se va conformando una trama de división familiar, malestar y relaciones de poder. El que guarda el secreto u obliga a guardarlo, tiene el poder de la información en relación a los demás. El secreto familiar acaba teniendo consecuencias tanto en el que lo guarda como en el que lo desconoce.
Cuando un acontecimiento traumático no se elabora, no se simboliza de un modo adecuado no puede expresarse en palabras y continuará presente en la familia a través de comportamientos o actitudes, pero no mediante el habla, ya que no se podrá verbalizar.
El secreto familiar que causa vergüenza, rechazo, censura, desaprobación y humillación es doloroso para la familia y la somete a presión psicológica, por eso se silencia, se esconde, se reprime, y termina formando parte del inconsciente, pudiendo emerger en una generación posterior. De ahí que esté en el origen de problemas psicológicos y de disfunciones familiares.
Además puede ser vivido como algo destructivo, como un cuerpo extraño que genera un desgaste emocional y un nivel de ansiedad que irá creciendo con el tiempo. Incluso puede conllevar a patrones repetitivos, reincidiendo en situaciones dolorosas, desgraciadas o dañinas. Pero cuando un patrón se repite se puede estar dando una señal de aviso y al mismo tiempo se puede intentar develar el secreto que persiste en el inconsciente.
Por eso puede expresarse a través del cuerpo, pero el lenguaje que utiliza el cuerpo tiene que ser decodificado, ya que el mensaje que transmite no concuerda con el lenguaje verbal. Lo que se esconde circula en el inconsciente vincular. Aunque, en algún nivel se sabe o presiente aquello que se oculta La tensión provocada por las emociones que genera un secreto familiar puede afectar a los sistemas biológicos y perjudicar las funciones inmunitarias, cardiacas, renales, intestinales, etc.
Cuando en la familia se silencian los hechos traumáticos y se los convierte en secretos se hace por lealtad a la familia y por mantenerse integrado y sentirse perteneciente a la familia, lo que
puede provocar en miembros de la familia y en generaciones futuras entre otras patologías: trastornos fóbicos, problemas de relación, trastornos físico o conductas suicidas, etc.
Para abordar los secretos familiares y sus consecuencias patológicas es necesario develarlos, cuando la integridad de un miembro de la familia esté en riesgo o cuando la lealtad a la familia esté dañando la identidad o cuando se menoscabe y perjudique el sentimiento de pertenencia de algún miembro de la familia.
Para TodoSalud:
Vera Alaniz
Fuente: wwww.psiquiatria.com

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