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Rebelar la luz oculta

Kabbalah
Existen momentos en nuestra vida que son muy desafiantes, momentos en los que imaginamos que las cosas no podrían empeorar; pero a veces lo hacen
En el transcurso de nuestra vida experimentaremos altas y bajas pero, contrario a lo que debes estar pensando, es en las bajas donde encontramos la más grande oportunidad para traer Luz al mundo.
Los kabbalistas enseñan que a menudo debemos pasar por un proceso doloroso para poder encontrar la Luz, la plenitud y las bendiciones que deseamos. Esto implica transformar nuestro deseo de recibir para sí mismo en un deseo de recibir para compartir, lo cual es nuestro propósito de vida.
Michael Berg dice: “Toda gran bendición y revelación que viene a nosotros tiene una cáscara negativa a su alrededor, dicha cáscara debe ser eliminada para poder recibir la Luz que se encuentra en su interior”. Si piensas que esto suena a que la Luz se está ocultando de nosotros, no estás lejos de la realidad.
El primer capítulo de la Biblia hebrea, Bereshit, relata la historia de la Creación. En el primer día, el Creador dijo: “Que haya luz”. Sin embargo, las fuentes de luz (el Sol, la Luna y las estrellas) aún no habían sido creadas. Eso ocurrió en el cuarto día. Los kabbalistas opinan que lo que se creó en el primer día no fue la luz como la conocemos, sino que en realidad fue la conciencia.
El Zóhar nos dice que esta Luz estaba por todas partes y el Creador necesitaba una vasija donde contenerla, para recibirla y compartirla. Así que Él ocultó la Luz dentro de la naturaleza y en nuestro interior. Nuestro propósito en esta vida es encontrar la Luz y revelar tanto de ella como podamos. Karen Berg dice: “Nuestro trabajo espiritual es revelar toda la Luz que originalmente fue colocada en nuestra Vasija para luego convertirnos en un faro de Luz para los demás”.
Es aquí donde surgen grandes dificultades.
Nosotros revelamos Luz a través de compartir, y eso parece ser bastante sencillo. Pero compartir no es simplemente un acto, es también un cambio en la forma en la que vemos nuestra vida y nuestra relación con aquellos a nuestro alrededor. Se requiere suficiente conciencia para compartir con un corazón bondadoso, para desear ayudar a otras personas de verdad.
Además, el proceso de revelar la Luz nunca termina. Puede que hagamos cambios y crezcamos, sólo para descubrir que hay más trabajo por hacer. Incluso aquellos de nosotros que estamos muy conscientes espiritualmente debemos trabajar de forma continua a medida que nos esforzamos por obtener un entendimiento espiritual más profundo en cada momento.
Cada vez que enfrentamos una situación negativa, nuestro primer impulso puede ser dar la vuelta hacia la dirección contraria para evadir la situación por completo. Pero debemos recordarnos a nosotros mismos que estas situaciones negativas son oportunidades para encontrar y revelar Luz.
Y si en ese momento podemos cambiar nuestra perspectiva para cuidar y ayudar a los demás con mayor entusiasmo, nos acercaremos más a nuestro verdadero ser. “Transformarte no significa convertirte en algo fuera de tu naturaleza”, dice Michael Berg, “significa redescubrir tu verdadera naturaleza y quién eres realmente. La chispa del Creador ya se encuentra dentro de ti. Sólo necesitas echar aire a la flama mediante acciones positivas de compartir”.
Por supuesto, también podemos revelar Luz al leer textos sagrados, orar o meditar, pero es importante recordar que la Luz por lo general se encuentra escondida en los lugares más desafiantes y poco probables. Si enfrentas cada desafío con la intención de descubrir y revelar Luz, no perderás ninguna oportunidad.
Para TodoSalud
Vera Alaniz
Fuente:
www.kabbalah.com
 
 

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