Esta clasificación permite usar las plantas con un propósito claro, no solo como una infusión ocasional, sino como una herramienta para acompañar procesos físicos y emocionales.
Elegir conscientemente una planta según su sabor puede ayudarte a equilibrar todo lo que el cuerpo o la mente necesita en determinado momento.
SABOR AMARGO
Este sabor está asociado con la purificación y la eliminación. Las plantas amargas ayudan a desintoxicar el organismo, secar el exceso de humedad interna y eliminar parásitos o toxinas.
• Algunas plantas amargas comunes son el diente de león, la caléndula y la carqueja. Suelen emplearse en los casos de digestiones lentas, hígado cargado o por problemas de piel.
SABOR PICANTE
Los sabores picantes tienen la capacidad de mover la energía hacia afuera, descongestionando y abriendo los poros. Son ideales en momentos de resfríos, mucosidad o sensación de frío interno.
• Plantas como el tomillo, la menta y la salvia tienen estas propiedades. También estimulan la circulación y el sistema inmune.
SABOR DULCE
El sabor dulce no se relaciona con el azúcar refinado, sino con plantas que armonizan, relajan y restauran la energía vital. Ayudan a elevar el ánimo, aliviar tensiones y favorecer la digestión.
• Entre las plantas dulces se encuentran la marcela, la pasionaria y la manzanilla. Son ideales para momentos de agotamiento físico o emocional.
SABOR SALADO
Este tipo de sabor fortalece estructuras profundas como huesos, uñas, cabello y tejidos. Tiene un efecto lubricante y tonificante, siendo útil en casos de sequedad o debilidad.
• La cola de caballo, la ortiga y las algas kombu son ejemplos de plantas con sabor salado, utilizadas tradicionalmente para promover la longevidad y la remineralización.
SABOR ÁCIDO
El sabor ácido tiene un efecto astringente, lo que significa que recoge y concentra la energía. Se utiliza para conservar los líquidos corporales, mejorar la circulación y estimular la oxigenación.
• Plantas como el hibiscus, el limón y el cedrón poseen estas cualidades. Son refrescantes y ayudan a equilibrar excesos de calor o dispersión energética.
Este enfoque invita a reconectar con las plantas de una forma más profunda y consciente. Observar cómo te sentís física y emocionalmente puede orientarte a elegir el sabor que te ayude a volver al equilibrio.
Si te interesa incorporar esta mirada a tu vida diaria, empezá por explorar qué sabor predomina en tus infusiones. Guardá esta información y volvé a ella cuando sientas que necesitás armonizar tu cuerpo y tus emociones de forma natural y amorosa.
Investigación de Vera Alaniz para TodoSalud. www.todosaludonline.com.ar

