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LA EVOLUCIÓN DEL GUSTO

Sensaciones

La vista ocupa la posición más elevada. A los ojos les siguen los oídos, ambos sistemas -el visual y auditivo- tienen órganos dobles (dos ojos y dos oídos) y la característica de percibir a distancia luz y sonido. Por su parte, la boca y la nariz son impares. Trabajan conjuntamente y precisan de una mayor proximidad con lo material para ejercer su función sensorial.

El gusto es el sentido que puede parecer más primitivo, pero nos permite una comunicación directa y llena de significados. Va más allá del acercamiento del olfato: precisa que la sustancia -alimenticia o no- entre en la boca para ser degustada. Al microscopio, las papilas gustativas semejan cráteres lunares, pero en realidad son minúsculas. Se calcula que un adulto posee unas 10.000, cubriendo gran parte de la superficie de la lengua.

Papilas gustativas
Siempre está ahí, en la boca. Pero como no la vemos, casi olvidamos su presencia. La lengua no solo permite articular el habla (lenguaje viene de lengua, sin ella enmudeceríamos), sino que nos aporta todo un mundo de sabores. Las papilas gustativas, con forma de pequeños cráteres, como en la foto, se agrupan por temas: las de la punta de la lengua detectan lo dulce; las de los lados, lo salado y acido; las de la parte posterior, lo amargo.

Al entrar la comida en la boca se estimulan los receptores papilares y se envían impulsos nerviosos al centro del olfato y el gusto del cerebro que los interpreta como sabor. Cuando estamos resfriados o con gripe, la perdida de olfato debido a la rinitis impide saborear la comida. En efecto, el cerebro necesita tanto el sentido del olfato como el del gusto para distinguir la mayoría de los sabores.

Las papilas gustativas se agotan al cabo de unos diez días y son reemplazadas por otras. Pero a partir de los 45 años, esta renovación no es tan frecuente. De ahí que, con el paso del tiempo, sea preciso encontrar sabores más intensos para alcanzar el mismo nivel de sensación. Por el contrario, en los niños el sentido del gusto es de extrema sensibilidad. La boca de un bebé presenta más papilas que las de un adulto, destacando la importancia que tiene este sentido en esta primera etapa de la vida.

Olores y sabores
Se calcula que podemos detectar más de diez mil olores distintos, pero hay unas cincuenta sensaciones olfatorias primarias. Esto contrasta con la existencia de solo tres sensaciones primarias del color y cuatro del sabor.

En efecto, los sabores básicos, que pueden combinarse de muy diferentes maneras y proporciones, son: dulce, salado, amargo y ácido. Aunque algunos hablan de cinco, al considerar el picante también como básico.

Hay que recordar que varias medicinas tradicionales, como la china y la india (ayurveda), clasifican los alimentos y plantas medicinales atendiendo a su sabor. Del mismo modo, utilizan estas cualidades gustativas para equilibrar el organismo en caso de enfermedad.

Para TodoSalud
Vera Alaniz
Fuente:www.mdarena.blogspot.com

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