El enrojecimiento de las encías, inflamación y sangrado fácil son síntomas de la etapa más temprana de la gingivitis.
Si no se trata adecuadamente, esta enfermedad periodontal puede progresar hacia una periodontitis, donde los daños en las estructuras de soporte de los dientes son irreversibles. En este estadio, se forman bolsas purulentas en la base de las encías y las piezas bucales se vuelven móviles, lo que ocasiona su pérdida definitiva. Una de las medidas preventivas que ayuda a mantener el tejido de las encías sano es enjuagarse la boca con un vaso de vinagre y agua en el que previamente se ha dejado macerar un diente de ajo. Estos dos ingredientes naturales actúan como desincrustantes de la placa bacteriana que se forma y adhiere alrededor de los dientes. Es imprescindible eliminarla a diario con una buena higiene bucal pues, de lo contrario, acaba endureciéndose y formando un depósito que da lugar a la enfermedad.
Fuente:
www.larevistaintegral.com/3020/cuidar-las-encias-con-vinagre-y-ajo.html