Las personas que padecen de trastornos crónicos del sueño por alergia nasal, refieren ronquido nocturno e insomnio por obstrucción y congestión nasal nocturna y como consecuencia, dolores de cabeza (cefaleas y migrañas), trastornos digestivos y sexuales, además de presentar mayores posibilidades de ser afectado por obesidad y diabetes tipo 2.
Existe en estos casos una estrecha vinculación con el asma, constituyendo un importante factor de riesgo para ésta enfermedad, así como con la hipertensión arterial, la sinusitis crónica, rino-conjuntivitis, otitis media secretoria, laringitis crónica y disfonía hipotónica (que perturba notablemente el trabajo de los profesionales de la voz como locutores, conferencistas y empleados de call-centers).
Todos estos síntomas disminuyen la calidad de vida del paciente cuando produce un trastorno crónico del sueño, así como disminuyen sus expectativas de vida y su longevidad, presumiblemente por falta de producción de la hormona de crecimiento, que es la que protege al organismo del proceso normal de envejecimiento.
El control de los síntomas de la rinitis alérgica logra varios efectos simultáneos que se traducen en una mejor calidad de vida:
El paciente descansa más por el hecho de dormir mejor por la noche mediante el control del ronquido nocturno y las apneas del sueño, cuando dependen exclusivamente de factores respiratorios nasales. Una franca disminución de su secreción acuosa, obstrucción nasal, estornudos, cefaleas y migrañas. Una mayor capacidad deportiva, ya que la mejor respiración se traduce en mayor oxigenación, resistencia, estado físico y en una mayor competitividad.
Mejora el rendimiento escolar proporcionando una mayor capacidad educativa, un mejor comportamiento y una mayor sociabilización del niño o el adolescente.
Favorece a la estética facial, al disminuir la inflamación crónica del rostro, lo que permite lucir una fisonomía más juvenil, relajada y revitalizada, sin arrugas, pliegues oculares, enrojecimiento de mejillas y nariz, ni la boca entreabierta del respirador bucal.
Una mayor eficiencia en la vida laboral del paciente, ya que la alergia nasal cuando coexiste con sinusitis, (según estadísticas, USA) es la afección que causa más del 30% del ausentismo laboral y es la causa más frecuente de los despidos.
Finalmente, aumenta las expectativas de vida extendiendo, por lo tanto, la longevidad.
Las apneas y el ronquido nocturno originan la perturbación crónica del sueño, lo que facilita la aparición de hipertensión arterial, infartos cardíacos, diabetes, sobrepeso, así como una mayor propensión a las infecciones de las vías aéreas a repetición.
La obstrucción nasal frecuentemente produce ronquido nocturno y apnea del sueño, fenómeno que interrumpe repetidamente el sueño normal y causa insomnio, lo que ocasiona falta de concentración y de memoria, problemas intelectuales y trastornos de conducta.
Sobre el autor
Dr. Miguel A. Lacour
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