Cada paciente o cada sesión la propia dinámica de la atención se adapta al momento y se descubren nuevas cosas, constantemente la experiencia del curar se modifica.
Primero, el clima de confianza, seguridad, de protección, de cuidado, de humanidad que se genera a partir de la postura del profesional y su contacto con el paciente. Simplemente es saber brindar lo mejor de uno en función del otro. Además de ser plenamente consciente de la misión de mejorar al paciente. Ese es el sentido que tiene nuestra función de terapeuta ejerciéndola con plenitud, responsabilidad y alegría. Se trabaja con las manos que son la prolongación del cerebro y el corazón.
Segundo, la conciencia de lo complejo y múltiple que somos y que es el paciente. Su cuerpo y su integridad, hace que abordemos al paciente como un todo para trabajar. Es absolutamente ilógico e irracional, separarlo por partes. Por ejemplo, sólo tratar su cuello si es el lugar en donde se manifiestan los dolores; o el diagnóstico es una artrosis cervical. Al negar la complejidad del cuerpo que está integrado naturalmente (ya que para cualquier movimiento que hacemos lo ponemos en juego como una totalidad) desperdiciamos mejorarlo integralmente.
Tercero, las técnicas que se utilizan son técnicas alternativas además de las convencionales. Por ejemplo, el masaje profundo (baropraxia), la quiropraxia, la acupuntura, las ventosas, las moxas, la medicina tradicional china, etc. Además la complementariedad y elección de cada una de estas técnicas es en función de cada paciente, ajustándolas constantemente según la evolución del mismo. No hay un protocolo rígido a priori que se repite en todos los paciente por igual como en la kinesiología convencional.
De ésta manera, los resultados son múltiples, el paciente se va muy agradecido no sólo por la mejoría local, sino porque puede vivir mucho más integradamente en su cuerpo.
A partir de esta integración es posible una mejoría en la calidad de vida.
Cuarto, la sesión se lleva a cabo con un solo paciente por vez. La dedicación es unidireccional para esa persona. No es posible en éste modelo tener varios gabinetes y en cada uno depositar a un paciente a cargo de un aparato de fisiatría. Se baja la cantidad de pacientes a atender, en pos de la calidad de la atención.
Quinto, el diagnóstico no incluye solamente los síntomas que trae el paciente. La visión de la Medicina Tradicional China es integrar los factores emocionales, espirituales y vivenciales al momento que está transitando el paciente. A esto lo llamo Diagnóstico Situacional, que muchas veces, nos permite comprender el por qué del cuadro. Hay que saber que las enfermedades tienen nombre, apellido, alma e historia. Trabajar desde este lugar permite mejorar la patología y adicionalmente aprovecharla para hacer una experiencia evolutiva general. Un aprendizaje que seguramente hará que el paciente no necesite repetir tanto los síntomas.
Sexto, se utiliza el concepto Energético sumado al anatómico que es mucho más completo y real. No podemos pensar el cuerpo del paciente como si fuera un pedazo de carne muerta. Ese músculo contracturado está vivo y esa vida es la energía que circula por él. Esa energía es la energía solar, cuando está presente y circulando estamos vivos. Pienso que el modelo Energético de la Acupuntura es el más completo y exacto de cómo circula la Energía en nuestro cuerpo durante las 24hs. Poder entenderlo permite interactuar con la energía para armonizarla, destrabarla y hacerla circular. Cuando la energía circula libremente por nuestro cuerpo no hay patología, no hay dolor, hay plenitud.
Séptimo, saber de la existencia de los Chakras, centros de energía que se ubican en la mitad de nuestro cuerpo, cercanos a glándulas y que fueron descriptos antiguamente por la medicina Hindú. Estas usinas funcionan como acumuladoras o como baterías regulando la energía frente a desequilibrios provocados, por ejemplo por vivencias afectivas intensas a las cuales se asocian. Por ejemplo, el chakra del centro del pecho Anahata relacionado con el corazón y con el Timo es afectado por la angustia; el chakra de la garganta Vishuddha relacionado con la Tiroides se asocia a problemas de comunicación, el chakra del plexo solar Manipura relacionado con el Páncreas, se asocia a problemas de falta de energía, de nerviosismo, de inseguridad y depresión, etc.
Octavo, la evolución del paciente es la que determina la cantidad de sesiones en este modelo terapéutico. Se evalúa constantemente el cambio, la mejoría, la evolución del paciente para indicar la cantidad de sesiones hasta su recuperación.
Es totalmente ridículo indicar diez sesiones anticipada y arbitrariamente, así se trate de un niño, un joven, un adulto, o un geronte, o patologías absolutamente diferentes, como un esguince o un asma.
Noveno, El paciente desarrolla la conciencia que su cuerpo es un mecanismo que se desajusta constantemente frente a cambios y adaptaciones. Descubre, entonces, el valor del cuidado regular y no esperar a sentirse mal para atenderse.
Resumiendo, tanto la postura del terapeuta, las técnicas alternativas que se usarán para aliviar el cuadro y el modo de aplicar dichas técnicas, están directamente vinculados al paciente, a su evolución y a la dinámica que toma el tratamiento. No son tratamientos protocolares, sino tratamientos personalizados.
Sobre el autor
Omar Arriaza
kinesiologoarriaza@yahoo.com.ar