Una comida de lo más completa.
Comer, merendar o cenar una pizza es casi un hábito para una gran parte de la población. Los más jóvenes, que son también los más aficionados, consideran, este tipo de comida, un pretexto para reunirse con los amigos, sin gastar demasiado.
Para los más pequeños de la casa cenar una pizza es casi siempre un buen premio. Los padres son los que no siempre ven con muy buenos ojos, estas comidas. Piensan que se trata de comida basura. El contenido nutricional de la pizza varía según sus ingredientes. Pero, en todo caso, las pizzas caseras son más recomendables, ya que de esta forma se puede estar seguro de la calidad de los ingredientes. Además es un plato fácil y rápido. Con una pizza que contenga queso, jamón, tomate o ketchup además de algunas hortalizas o verduras, como la lechuga, la cebolla, o pimientos, pueden estar tranquilos porque estarán bien alimentados. Contiene carbohidratos (la harina) ahora tenemos en el mercado una que con sólo agregar agua en unos minutos tenemos la masa para estirar llevar al horno. También contienen proteínas y grasas con ingredientes como el jamón, queso o huevos. Una de jamón cocido morrones rojos o verdes asados con salsa de tomates frescos mozzarella aceitunas y orégano. O una vegetariana con berenjenas, zapallitos, ajo y aceite de oliva. ¡Pongamos en marcha nuestra imaginación, cuantos más colores pongamos más vitaminas tendrá!
Equipo Todo Salud