Estas almohadas, están realizadas con materias vegetales medicinales cuidadosamente seleccionadas (semillas, cereales, aceites esenciales, hojas, flores, especias, raíces, bayas, entre otras) y formuladas inteligentemente a fin de cumplir efectos de orden físico-energético-emocional (digestivas, respiratorias, circulatorias, osteo-musculares, calmantes, relajantes, etc.). A la hora de la selección, se requiere que las almohadas térmicas respeten ciertas pautas y características como la naturalidad y que sean dermatológica y kinesiológimente testeada a fin de brindar seguridad
¿Cómo funciona en el organismo?
Las almohadas funcionan, además de sus principios activos por contacto, aroma y peso adecuado. Los principios sanadores de las plantas, se incorporan al organismo una vez apoyada sobre la piel (cuello, espalda, sacro-lumbar, manos, pies) ingresando por medio de dos vías, la vía dérmica a través de las terminales nerviosas, vasculares y linfáticas de la piel y la vía olfativa a través de la respiración y las terminales nerviosas que tapizan el cielo de la nariz hacia el cerebro. La piel y el olfato envían los mensajes al interior del organismo estimulando su capacidad defensiva y despierte los efectos deseados.