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La Reflexología cráneo-cervical Tibetana

La Reflexología Cráneo-cervical Tibetana es una técnica manual combinado de diferentes metodologías de Tíbet con metodologías más nuevas de Japón, Vietnam y China.

La combinación fue creada por Lone Sorensen después 30 años de experiencias en metodologías de Reflexología Facial y cráneo puntura.  Es una técnica ideal para tratar dolores de espalda, cabeza, hombros, brazos, antebrazos, manos cintura, caderas, rodillas, pies, pies y también enfermedades de todos los órganos internos, el sistema hormonal,  los nervios craneales  y la función cerebral. A través de una estimulación de zonas/áreas y puntos el impulso logrado viaja por las vías nerviosas que parten del sistema nervioso autónomo o neurovegetativo llegando a todos los tejidos del organismo.

La Reflexología Cráneo-cervical Tibetana es capaz de mover la reacción del cuerpo a nivel del físico, químico y biológico manteniendo el equilibrio estable de la salud físico y mental. Los tibetanos tienen la teoría que la energía vital se encuentra en el líquido efalorraquídeo del cerebro, fluido que se relaciona con todo el sistema nervioso central y medula espinal.

La medicina tibetana antigua forma parte de un serie de maniobras de diferentes culturas del mundo, ej. India, Grecia, China y Persia, todas con la intención de realizar una corrección individual, usando puntos y zonas ubicadas en el área cervical, nuca y cráneo,  que son manipulados hasta que ponen en posición correcta el funcionamiento de toda la columna y dejan así fluir libremente el líquido cefalorraquídeo.

Al corregir la posición vertebral, se pone en marcha también el desbloqueo y la estimulación del sistema neurovegetativo, estimulando o inhibiendo el efecto del mismo, según el órgano o aparato afectado.

Las vías reflejas que forman las zonas y puntos están relacionadas con el sistema simpático y parasimpático o sistema involuntario o neurovegetativo y forma parte de la metodología Japonesa “Yamamoto”, Cyberterapia de Vietnam y la teoría de Dr Wong, China.- métodos modernos ideales para combinar con el método tibetano.  

La Reflexologia Cráneo-Cervical Tibetana también se utiliza y combina un método de cráneo puntura manual que provine de la teoría Zang de China, con cual es posible estimular la corteza cerebral. El mecanismo de aplicación es el de identificar la parte a tratar en el cuero cabelludo y luego estimular manualmente la zonas y puntos relacionados con el área de la corteza cerebral correspondiente a la función y corteza que deseamos activar.

La puntura craneal tiene grandes éxitos en los tratamientos neurológicos, tales como: paraplejia y otras enfermedades del sistema nervioso central.

En especial,  como consecuencias neurológicas después de un traumatismo como el dolor del miembro fantasma, como consecuencia de un accidente y en tratamientos neurológicos en general.

La Reflexología Cráneo-cervical tibetana se puede aplicar como Monoterapia o en combinación con otras formas de terapias; Reflexología Facial, Podal, quiro-massaje, acupuntura etc.

El método puede completar positivamente los diferentes tratamientos usados en pacientes de apoplejía. La terapia no tiene efectos secundarios y contraindicaciones.

Un poco historia de la medicina de Tíbet

La Medicina Tibetana es uno de los sistemas médicos más antiguos, ya que cuenta con unos 2.500 años de historia :
En el siglo VII, Songtsan Gampo, rey del Tibet Central, invitó a médicos y sabios de la India, China, Grecia y Persia a Tibet. Su objetivo era aprender los sistemas médicos de los países vecinos, traducirlos a la lengua tibetana y, de esa forma, beneficiar al pueblo tibetano. Desafortunadamente murió a una edad temprana.

En el siglo VIII, el gran rey Trisong Deutsan continuó la labor que había iniciado su abuelo, invitando a grandes maestros budistas indios y a numerosos expertos y sabios médicos, llegados desde India, China, Persia, Nepal, Cachemira, Mustang, Mongolia, Grecias y Mi-nyag, a la celebración del Primer Congreso Internacional sobre Medicina en el Monasterio de Samye. Estas tradiciones médicas fueron reconocidas oficialmente y se crearon escuelas para estudiar los diferentes sistemas médicos.

El padre de la Medicina Tibetana fue Yuthok Yonten Gonpo, El Anciano (708-833). Él estudió todos los sistemas médicos que llegaron a Tíbet  y viajó muchas veces a India, China y Nepal para estudiar los sistemas originales. Especialmente, estudió el sistema Médico en la India, y escribió numerosos libros sobre medicina.

Así muchos padres de medicina Tibetana han desarrollado la filosofía atrás de esta maravillosa medicina hasta el momento de la invasión china en 1959, en Tíbet, en el que se destruyeron todas las Culturas Tibetanas, incluyendo la Medicina Tibetana.

Pero luego en1961, se introdujo el primer Instituto Médico Tibetano en la India llamado Mentse – khang, donde muchos jóvenes tibetanos se gradúan cada año.

Se concede suma importancia a la investigación científica y a la formación en la medicina y la farmacología tibetana. Las instituciones médicas tibetanas de los distintos niveles participan activamente en la investigación científica de la medicina y la farmacología tibetanas. Buena prueba de ello es la recopilación de cerca de 100 volúmenes de tratados médicos tibetanos.

El método de sanación tibetano está personalizado e individualizado, aunque existen modelos “pre-establecidos” de tratamientos, hoy en día, llamados tratamientos base, que se aplican a todo tipo de pacientes – para luego establecer un plan de tratamiento individual personalizado, una vez analizado el estado del paciente.

La medicina tibetana tiene establecida la idea sobre muchas enfermedades que se toman en cuenta en el momento de la consulta de un paciente y es un parte del tratamiento  evaluar el estilo de vida y dar recomendaciones al paciente de modificar algunas malas costumbres de vida que pueden influir en su salud. Ej:  

Artritis y artrosis: Según la medicina tibetana, se debe a varias causas, entre las que se encuentran el vivir en sitios húmedos, las sobrecargas de pesos o malas posturas que debilitan los ligamentos y los tendones y, una dieta inadecuada. Alimentos fuertes, ácidos calientes y agrios como el vinagre, la cerveza, el vino, o alimentos dulces que intoxican los fluidos de las articulaciones a través del torrente sanguíneo. Esto se refleja en la musculatura y en el sistema locomotor” .

Problemas de la piel: Los que salen en primavera se relacionan con el hígado, en verano y tienen que ver con el sistema sanguíneo. Los sarpullidos que salen en otoño, con el sistema pulmonar y, en invierno, con el renal. El remedio es efectivo cuando se refuerza el sistema sanguíneo y el órgano correspondiente a la estación. Se complementa con una dieta que no altere el sistema circulatorio ni los órganos mencionados”.

Alergias: Las alergias al sol se deben a que la sangre ha perdido resistencia por químicos, bebidas alcohólicas, alimentos curados y otros contaminantes. Hay que fortalecer y depurar el hígado y los riñones y, a la vez, reforzar el sistema sanguíneo general y la energía vital y térmica. 
Taquicardias: Aparecen por fármacos químicos o por disgustos o emociones fuertes. El remedio debe estabilizar el sistema sanguíneo. Hay que evitar los alimentos fríos, que desequilibran el sistema cardiaco y su interconexión con arterias y venas”.

Problemas oculares: Se relacionan con la función del hígado y el sistema sanguíneo de defensa ocular, aunque a veces la vista se daña por agentes externos. ej. Luces artificiales y potentes. Los alimentos influyen de una manera indirecta, los nutrientes pasan por el estomago e hígado. Si no trabajan correctamente, causan problemas de salud.

Traumas, ansiedad: Los traumas psíquicos y anímicos se averiguan a través de la pulsología. Y es que estos golpes dejan una huella que se refleja en el ritmo del pulso y en la orina. Las patologías debidas a traumas se desarrollan por la pérdida de fuerza de vitalidad psíquica: los miedos, disgustos o contratiempos fuertes absorben o restan fuerza a la resistencia psíquica y emocional.

La pulsología: Los pulsos chinos corresponden a los 12 meridianos de la Gran Circulación de la Energía. Su estudio se realiza sobre la arteria radial, desde la base del pulgar a través del dedo por encima de la apófisis estiloides, y corresponde a los puntos 9, 8, 7 de pulmón.

También puede tratarse de la baja autoestima. La autoestima depende del estado del hígado y del corazón, por lo que hay que tratarlos para reequilibrarlos, en lo que influye la alimentación, se recomienda evitar alimentos fritos, en conserva, curados, grasientos, industrializados o precocinados. La ansiedad es otro mal del espíritu que repercute en el estado físico. Se debe a querer hacer más de lo que se puede, o no tener suficiente descanso mental y físico, o a repetidas discusiones fuertes. Se quema la energía tranquilizante, sobrecalentando la presión energética”.  

El tratamiento Reflexología Cráneo – Cervical Tibetano restaura con velocidad el mecanismo energético físico y psíquico.  Es un tratamiento totalmente natural que al mismo tiempo que se realiza la terapia directamente en el  cervical y cráneo, se relajan todas las tensiones musculares. También influye el todo el organismo, logrando un mejor equilibrio en todas sus funciones.  

Sobre la autora
Lone Sorensen
Fundadora y actual directora del Instituto de Reflexología Podal/Facial Internacional. 
Presidenta de la Asociación Global Network de reflexología.
www.reflexologiafacial.es

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