Mantener una buena postura corporal nos beneficia tanto desde el punto de vista de la salud como de la estética. Si nos mantenemos erguidos y con la espalda recta evitaremos problemas musculares y de columna, una buena oxigenación y una apariencia esbelta.
Normalmente en la infancia adoptamos posturas relajadas, pero al ir madurando, nuestros cuerpos comienzan a reflejar las tensiones de la vida. Adquirimos posturas incorrectas sin darnos cuenta y ello a su vez afecta a otras funciones vitales y termina por agotar nuestra vitalidad. Algunos problemas posturales son consecuencia de nuestra ocupación. Todo trabajo que requiera el uso repetitivo de un grupo de músculos en particular, generará un desequilibrio postural. Puede tratarse de un trabajo sedentario que facilite una incorrecta postura sentada o como es el caso de los peluqueros u otras profesiones que exigen estar de pie durante períodos muy prolongados, que genere un estrés excesivo en partes concretas del cuerpo. Las deficiencias posturales causadas por una actitud en reposo o por malos vicios desarrollados en las situaciones cotidianas son cada vez más comunes.
Muchas de nuestras posturas fuerzan la columna y a la larga provocan una desviación que se va haciendo mayor y al final terminará por molestarnos y hacernos daño. Una postura correcta permite al cuerpo gastar menos energía y evitar ciertas molestias de las que no somos conscientes hasta que aparecen. Las alteraciones posturales dependen de diversos factores tanto físicos como emocionales. Las manifestaciones más notorias se dan en la columna vertebral involucrando diferentes componentes (muscular, ligamentario, discal, capsular y óseo). En todas las alteraciones tenemos la combinación de varias causas, pero en general siempre está presente la alteración muscular, que en la mayoría de los casos es el origen, a la cual se le suman alteraciones de tipo ligamentario y articular que ocasionan a largo plazo la alteración ósea.
Por consiguiente, una óptima alineación de la columna redunda en beneficios para el resto del cuerpo, sobre todo a largo plazo. Lamentablemente, este largo plazo, en muchos casos, coincide con la etapa comúnmente mal llamada de envejecimiento y uno cree que las cosas ocurren porque llego la hora en que tenían que ocurrir. Nada más lejos de la realidad, porque una manifestación de este tipo a una edad avanzada, puede haber tenido su origen 20 o 30 años antes. Por lo tanto, mantener una correcta postura de la columna vertebral tiene mucha importancia a largo plazo.
El método Pilates no sólo te ayudara a corregir tus problemas posturales, sino que su finalidad es que logres dominar tu mente. Un importante aspecto de la relación que existe entre la mente y los músculos es la memoria muscular. Los músculos memorizan ciertos movimientos, especialmente aquellos que repetimos durante un tiempo considerable. Cuando estos movimientos han sido fuertemente grabados en las memorias tanto muscular como cerebral, es muy difícil cambiarlos. Por ejemplo, si trabajas en una oficina, tendrás una forma particular de sentarte que es especialmente tuya. Tratar de cambiar dicha postura durante un cierto tiempo te generará incomodidad, pues tus músculos querrán volver a la postura a la cual están acostumbrados. Y en el momento en que desvíes tu atención de la nueva postura, tu cuerpo volverá automáticamente a la de siempre. Por eso Pilates resaltaba tanto la importancia del ejercicio consciente, pues cuando dejamos de centrarnos en lo que nuestro cuerpo y nuestros músculos están haciendo, ellos, harán lo que quieren ellos, no lo que nosotros queremos que hagan.
Cualquiera de estas deformaciones progresivas van acompañadas de una deficiencia muscular y articular (unos músculos se ven sometidos a una constante contracción mientras que otros a una relajación desproporcionada) que, si no se remedia, repercute sobre otras partes del cuerpo (caderas, piernas,…) y ocasiona molestias más o menos importantes. Una mala postura con el cuerpo inclinado hacia delante o exageradamente derecho, dificulta la respiración y puede redundar en problemas como lumbago, escoliosis y lordosis. Además de comprimir los órganos de la digestión y provocar molestias digestivas.
Entre los principales beneficios de la práctica de Pilates en camilla se encuentran:
Fortalecimiento muscular (tonificación)
La tonificación adecuada de toda la musculatura permitirá un mayor equilibrio corporal y una utilización más eficaz de cada músculo en beneficio del mantenimiento postural, evitando notablemente las posibles deformaciones del raquis por culpa de vicios posturales y motores.
Descarga de la columna vertebral
Las posiciones horizontales, suponen una descarga extraordinaria de la columna vertebral, causas principales de los beneficios articulares de la zona y de la relajación de los músculos paravertebrales y de la espalda.
Relajación
Una buena relajación muscular permitirá a la musculatura disponer de un tono adecuado para la ejecución de posibles tareas motrices. La utilización de la musculatura protagonista en cada acción, permitirá una eficiencia óptima del movimiento. De la misma manera, ayudará a que se evite la intervención involuntaria de grupos musculares colaterales.
Una postura correcta se define como la alineación simétrica y proporcional de los segmentos corporales alrededor del eje de la gravedad. La postura ideal de una persona es la que no exagera o aumenta la curva lumbar, dorsal o cervical; es decir, cuando mantiene las curvas fisiológicas de la columna vertebral.
Para mantener una buena postura necesitamos:
Adaptar los ambientes de trabajo y estudio
Evitar una vida sedentaria
Fortalecer la musculatura, especialmente abdomen, glúteos y hombros
Cuidar el peso corporal; la obesidad y el sobrepeso se convierten fácilmente en un problema de postura.
Sobre el autor
Héctor Gauna
www.hectorgauna.com