La Luz solar es el medicamento más potente que el ser humano puede usar de forma gratuita, pero esta posibilidad no se conoce ni se utiliza a amplia escala.
La luz es un verdadero alimento para nuestro cuerpo y nuestro ser; tanto es así que una mala iluminación causa los mismos efectos que una mala alimentación: el ser humano palidece, se vuelve apático, tiende a la depresión y reduce su energía vital, la eficiencia del sistema inmunitario disminuye y se verifica la tendencia a engordar.
Una escasa exposición a la luz solar crea una serie infinita de problemáticas que se pueden manifestar en el plano físico y emocional, en la calidad de los pensamientos y, en general, en el estilo de vida.
Rigurosos estudios científicos demuestran el enorme potencial terapéutico de la luz y evidencian cómo la cantidad de luz a la cual el hombre se expone a diario influye enormemente en su vitalidad y su estado de salud. También es muy importante exponerse a la luz en el tiempo y la modalidad correcta.
He aquí un breve listado de los efectos positivos de una regular y correcta exposición:
* Mejora la resistencia física
* Mejora la capacidad de atención y aprendizaje
* Mejora el sistema inmunitario
* Mejora la calidad de las emociones
* Mejora la tolerancia a la fatiga y al estrés
* Reduce las actitudes agresivas y mejora el carácter
* Regulariza los impulsos hambre/sed/sueño (reduce el hambre y el apetito compulsivo)
* Mejora los tiempos de recuperación de situaciones de fatiga y enfermedades
* Mejora el crecimiento y el desarrollo
* Mejora la capacidad de aprendizaje, memoria e inteligencia
* Produce vitamina D (absorción de calcio y minerales)
* Regulariza los ciclos de sueño y el reloj biológico
Fuente:
El libro ‘Las 108 Perlas del Sol’, de Daniel Lumera
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